La máquina ya está en cuartos

El Barcelona va sobrado. No transige Xavi Pascual, no baja la guardia el equipo. Abruma a grandes y pequeños por igual. Se supera en los momentos difíciles y suele acabar dando la sensación de que tiene una o dos marchas más que sus rivales. Así ocurrió, una vez más, en Atenas, ante el Maroussi, el equipo revelación, capaz de plantar cara a muchos ilustres. Pero el Barça es otra cosa, un equipo inalcanzable hoy por hoy, en otra dimensión. Por eso le sobró una jornada para meterse en los cuartos de final de la Euroliga. De hecho, le sobró una jornada y media porque el Maroussi estaba más que derrotado apenas iniciado el tercer cuarto. La paliza alcanzó su máxima expresión en ese periodo, en el que el conjunto griego se quedó hecho trizas, abrumado por la defensa del Barça. Sólo logró anotar tres puntos en esos diez minutos. Eso lo dice todo, aunque la máxima ventaja la obtuvo el Barça en él último cuarto: 49-78.

El Barça, hace una semana, echó al campeón del torneo, el Panathinaikos, y esta vez, en la misma pista, pero ante la mitad de público que entonces, se deshizo del equipo revelación, el Maroussi. Sin la enorme presión ambiental de entonces, el Barça sufrió los efectos de cierto relajamiento. Pero Pascual, su técnico, despabiló de inmediato a un equipo empeñado en rendir al máximo en cada partido, en cada cuarto, en cada minuto.

Entró el Barça en la cancha con paso firme, con dos triples de Navarro y Morris que pusieron el 0-6 en el marcador. Pero el ritmo lento del equipo griego y sus maniobras lejos del aro, desde donde penetraban a canasta sus pívots o bien conseguían buenas posiciones para el lanzamiento sus exteriores, especialmente el base-escolta norteamericano Billy Keys, ex jugador del Zaragoza y del Gran Canaria, rompieron por momentos la defensa azulgrana. El Maroussi, con posesiones largas y un estilo de juego poco ortodoxo, llegó a dominar por seis puntos (24-18) nada más empezar el segundo cuarto. A partir de ese momento, Pascual puso en la pista a Lakovic y Grimau y poco después también devolvió a la cancha a Ricky Rubio, que había sumado muy pronto dos faltas, y el Barça pasó a dominar el partido con una autoridad que fue en aumento progresivo.

Los griegos no podían con Navarro ni Lorbek y el Barça, una vez le cogió el truquillo al ataque del Maroussi, fue encontrándose cada vez más a gusto. Pascual acabó permitiéndose el lujo de dar minutos a todos sus jugadores, incluido el poco habitual Trias y el recién recuperado de su larga ausencia por lesión Lubos Barton.

Al Barça ya sólo le queda una cosa, luchar por el primer puesto del grupo. Su rival será el Partizán, que hoy recibe al ya eliminado Panathinaikos. Suceda lo que suceda en el partido de Belgrado, la clave estará en el duelo de la próxima semana en el Palau Blaugrana. Al Barça le bastará con ganar por más de un punto después de su polémica derrota en Belgrado con una canasta que los árbitros no quisieron conceder a pesar de que un jugador del Partizán barrió el balón cuando estaba suspendido sobre la canasta y acababa de consumirse el tiempo. El primer puesto da ventaja de campo en los cuartos de final. El Barça y el Partizán se cruzarán con los dos primeros clasificados del Grupo F, en el que se encuentra el Madrid.