El temporal se cobra dos vidas en un crucero frente a Begur

Las fuertes olas que ayer agitaron el Mediterráneo terminaron con la vida de dos pasajeros de un crucero que se hallaba a la altura de Begur. El buque, que se dirigía a Génoova, regresó a Barcelona, donde atracó al anochecer, para dejar los dos cadáveres y facilitar la atención médica a seis heridos, uno grave. El barco, de bandera maltesa, pertenece a la naviera grecochipriota Louis Cruise Line.

Una ola de entre seis y ocho metros que impactó contra un salón del buque, rompió la cristalera y causó la muerte de las dos personas, una de ellas de nacionalidad alemana y la otra, italiana. El impacto causó heridas a otras seis. Todos los heridos fueron trasladados a hospitales barceloneses para ser atendidos. Las ambulancias fueron escoltadas por la Guardia Civil hasta los centros sanitarios.

El Louis Majesty había partido anteayer del puerto de Cádiz con destino al de Barcelona, pero siguió rumbo a Génova debido al temporal, que impidió la entrada en el puerto barcelonés. Se hallaba en el golfo de León, a unas 25 millas de Begur, cuando se produjo el mortal accidente. En ese momento, el capitán decidió variar el rumbo y volver a Barcelona.

El barco tiene una capacidad para poco menos de 1.000 pasajeros, más otras 600 personas que forman la tripulación. Tiene 207 metros de eslora, muy lejos de los grandes transatlánticos, que suelen superar los 300 metros. Antes perteneció a la naviera Norwegian Cruise Line (una de las más potentes del mercado), hasta que en diciembre fue adquirido por la compañía Louis Cruise Line.