_
_
_
_
Necrológica:'IN MEMÓRIAM'
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Te Wei, padre del cine de animación chino

Te Wei, considerado el padre de los dibujos animados en China, falleció el pasado 4 de febrero a los 95 años en Shanghai, ciudad de la que era originario. Es el único artista chino que ha recibido el premio a los logros de toda una vida por parte de la Asociación Internacional de Cine de Animación. Le fue concedido en 1995, cuando tenía ya 80 años, en reconocimiento a su trabajo y a la exquisitez con que combinó la técnica del oficio con la sensibilidad propia de la pintura tradicional china.

Te Wei, cuyo nombre real era Sheng Song, inició su carrera como dibujante de tiras cómicas en la década de 1930, época en la que contribuyó a plasmar la propaganda contra la invasión japonesa de China.

Disney y la pintura tradicional de su país se mezclan en su obra

Tras la fundación de la República Popular por parte de Mao Zedong en 1949, realizó algunas películas con el estilo de animación soviético, hasta que en 1956 concibió la que probablemente sea su obra más famosa, El general vanidoso. En este filme pionero narra la historia de un militar que regresa rodeado de gloria de una campaña victoriosa pero, tras ser recompensado por el rey, se sume en la autocomplacencia y deja de practicar las artes marciales y entrenarse. Cuando el enemigo ataca de nuevo, su arrogancia conduce a su derrota y la del país.

La película, producida por el Estudio de Cine de Animación de Shanghai, refleja una gran influencia del director estadounidense Walt Disney, tanto en el diseño y el movimiento de los caracteres como en la estructura narrativa, según la web Toonzone. Pero, al mismo tiempo, es una de las primeras cintas en utilizar de forma extensa la técnica de la pintura con tinta china y destila claramente la cultura asiática, con referencias a la ópera tradicional china tanto en el personaje del general como en la música.

Aunque en los años que siguieron Te conservó la influencia de Walt Disney en los temas, estéticamente dio paso a la influencia de Qi Baishi (1863-1957), el gran maestro de la pintura tradicional china, conocido por los trazos delicados de sus dibujos de plantas, gambas y pájaros. Así ocurrió en ¿Dónde está mamá? (1960), donde se cuenta la historia relativamente simple de unos renacuajos que buscan a su madre. Visualmente, la película es de un gran virtuosismo pictórico.

Con La flauta del vaquero (1963), obra exenta de diálogo, se deshace del aura Disney, y profundiza en el uso exquisito de la tinta china para tejer la relación de un niño con su búfalo de agua, mecidos por la música.

Durante el caos de la Revolución Cultural (1966-1976) -el movimiento lanzado por Mao para refrescar el espíritu revolucionario y deshacerse de sus rivales políticos-, a Te le fue prohibido ejercer su arte. A finales de la década de los setenta, volvió a la actividad e inició una serie de películas, entre las que destaca Sentimiento de montañas y agua (1988), en la que plasma la relación entre una niña y su maestro de música tradicional a través de una sucesión de delicados paisajes en movimiento.

Te Wei vivió de lleno la época dorada de la animación china en las décadas de 1950 a 1980. Sólo entre 1949 y 1959 el Estudio de Animación de Shanghai produjo casi un centenar de filmes. Hoy, la industria china, afectada por la falta de financiación y de películas propias atractivas, intenta con poco éxito competir con las poderosas ofertas estadounidense y japonesa. Una situación que el Gobierno está intentando modificar, mediante ventajas fiscales, inyecciones de dinero público y medidas de protección a la producción local. Pekín ha prohibido los dibujos animados extranjeros en la televisión entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_