Solidaridad
Mientras hablamos aquí y en Francia de una transitoria y seria borrasca, y del fuerte movimiento sísmico ocurrido en Chile que ha causado centenares de víctimas, creo que no debiéramos olvidarnos de que ya se contabiliza una fatídica cifra de casi 300.000 personas muertas por el cruel terremoto de Haití de hace poco más de un mes. Y todavía con fuerza, el pueblo haitiano sigue gritando a los oídos medio sordos del planeta que se necesita más ayuda para los damnificados. Las fuertes lluvias están llegando a aquella zona devastada, y se espera que el sufrimiento de los sin techo supervivientes se acreciente aún más. Ojalá no les dejemos otra vez de lado negándonos desde este mal llamado Primer Mundo a compartir lo que tenemos con los invisibles y desfavorecidos de la tierra. Tenemos que tomar el buen camino de la solidaridad.
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