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Una abogada adinerada, detenida por no pagar la gasolina durante dos años

La acusada fue grabada al menos en 13 ocasiones portando matrículas falsas

Referencias: rica, rubia, abogada y a bordo de un coche de lujo. Afición más conocida: robar gasolina en las estaciones de servicio. Demostrado que el delito no entiende de clases. M. E. M., una letrada segoviana de 39 años residente en un valioso piso de Pozuelo de Alarcón, fue arrestada el pasado sábado por la Guardia Civil acusada de sustraer combustible en al menos 13 ocasiones desde 2007. Llenaba el depósito y se marchaba. Sin más. Ella lo niega. El juez del caso la puso ayer en libertad después de prestar declaración y ahora espera ir a juicio, sólo que esta vez, tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados.

La operación estaba meticulosamente calculada. Según la Guardia Civil, que seguía la pista de la mujer desde hace dos años, M. E. M. no se arriesgaba a ser cazada. Por eso, antes de pasarse por una gasolinera, cambiaba la matrícula de su flamante Mercedes CLK (un descapotable negro de alta cilindrada) por la de un coche idéntico al suyo propiedad de un hombre fallecido. Cuando fue detenida, la letrada se encontraba en el portal de su casa impostando la matrícula con cinta aislante, pintura negra, tijeras, destornilladores y tipex, según fuentes policiales.

"Se han confundido de persona", asegura la letrada tras su declaración
Las gasolineras denuncian que los robos son muy frecuentes

"No es verdad nada de lo que han contado", decía ayer la abogada a este periódico a última hora de la tarde, después de ser puesta en libertad. M. E. M. aseguró que está tomando las medidas necesarias para demostrar su inocencia, y que todo había sido un malentendido que se resolverá en los tribunales. "Se han confundido de persona", sentenció antes de declinar hacer más declaraciones.

La primera pista que tuvo la Comandancia de Madrid sobre la supuesta ladrona fue en mayo de 2008, cuando un empleado de una estación de Boadilla del Monte denunció el caso y aportó imágenes de las cámaras de vigilancia. Desde entonces, la Guardia Civil buscó la pista escurridiza de una mujer rubia, aunque la abogada sorteó la investigación durante casi dos años trucando la matrícula de su coche.

Los agentes del área de Investigación que se hicieron cargo del caso buscaron durante ese tiempo denuncias por hechos parecidos y encontraron que, ya en 2007, algunas gasolineras habían sufrido hurtos de combustible a manos de una mujer en un vehículo que respondía a la misma descripción. Casi todas eran del norte de Madrid. Uno de los trabajadores de esta estación afirmaba que la adinerada delincuente se había fugado de allí "al menos tres veces".

Cuando la policía dio en enero con un vehículo que respondía a las características del que buscaban, en Pozuelo de Alarcón, se sorprendió al comprobar que la persona que figuraba como titular del coche era un varón ya fallecido. Aunque hasta el viernes pasado no acabó la larga búsqueda. Ese día los investigadores detectaron un vehículo sospechoso y lo siguieron hasta destapar a la delincuente.

Se le acusa de un delito continuado de hurto y otro de falsificación de documento privado. "Con esa capacidad económica, esa casa, ese cochazo... no comprendemos por qué lo hacía", dijo un portavoz de la Guardia Civil. Fuentes judiciales aseguraban que la imputada prestó declaración "con bastante prepotencia", y que ahora tendrá que acudir ocasionalmente al juzgado.

Al parecer M. E. M. no se cortaba a la hora de cometer sus hurtos. En la gasolinera de Repsol situada a escasos cien metros de su casa, creen que la descripción de la detenida se ajusta con la de una mujer que en múltiples ocasiones se había marchado sin pagar de su estación. Ellos añaden a la trayectoria delictiva de la mujer la de un acompañante con el que solía venir. "Será la mujer del gordo (nombre con el que apodaban al hombre que la acompañaba), seguro", decía una de las encargadas de la gasolinera. "Tanto él como ella se iban sin pagar cuando podían. Ella llevaba el Mercedes, y él tenía otro cochazo y una limusina blanca que a veces traía por aquí", recuerda la trabajadora. "Alguna vez incluso llegamos a ver que llevaban una matrícula por delante y otra diferente por atrás, ¡Imagínate si eran falsas! Aunque como ya nos poníamos cerca del Mercedes cuando venía, últimamente pagaba", matiza.

Este tipo de hurtos en las gasolineras del norte de Madrid se dan con mucha frecuencia, según cuentan los encargados de varias estaciones. "En todas las gasolineras se queda registrada la matrícula y la imagen de estos delincuentes", asegura Eladio Molina, encargado de la gasolinera del kilómetro 11 de la nacional VI. "Y les cogen a muchos", afirma el responsable, "pero no sirve de nada. Esos listos nunca pagan".

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