'La Roja' es una marca mundial

El Ministerio de Industria se pidió a Xabi Alonso, el diseñador Pedro del Hierro reclamó a Mata y a Busquets, la empresa eléctrica Iberdrola se quedó con Villa y con Casillas, y la cervecera Cruzcampo, que tiene raíces sevillanas, reservó a su paisano Sergio Ramos. El reparto de jugadores no se hizo para disputar un cuadrangular del Ibex sino para rodar anuncios. Y así, mirando a la cámara, empezó ayer España una convivencia de genuino sabor mundialista antes de medirse mañana a Francia en París en un amistoso. No hubo más remedio: los patrocinadores pidieron a la federación que, a ser posible, convoque a los futbolistas que estarán en Suráfrica el próximo mes de junio para competir en la Copa del Mundo. De este modo, las campañas publicitarias serán más verosímiles y el impacto sobre la audiencia más fuerte si cabe. En pocos años, La Roja ha pasado de ser un equipo sombrío a convertirse en un fabuloso activador de sentimientos patrióticos, consumo y diversión. Como dice Fernando Íñigo, director de márketing de Santa Mónica, la empresa que gestiona la explotación de la imagen de la federación, "la notoriedad actual de la selección española la coloca en el podio de los productos del fútbol mundial".

Industria pidió a Xabi, Iberdrola a Villa y Casillas, Cruzcampo se reservó a Ramos...

La concentración de la selección en Las Rozas fue un hervidero de equipos de producción, cámaras, maquilladores, escenógrafos y directores desde ayer por la mañana. Entre bambalinas, según iba reclamando cada patrocinador, se distribuyeron los internacionales que irán a la próxima Copa del Mundo, lo mismo convocados para jugar un amistoso con Francia que para poner sus rostros y sus cuerpos al servicio de las empresas que han invertido su dinero en identificarse con el equipo nacional y sus figuras. La selección española nunca ha recaudado más dinero en publicidad. La conquista de la Eurocopa en 2008, sumada a la popularidad de un grupo de chicos que se han ganado la simpatía de la audiencia, han convertido a La Roja en una marca muy cotizada, símbolo de valores atractivos, como la amistad, el esfuerzo, la belleza y el éxito. La próxima primavera, y hasta entrado el verano, España monopolizará los espacios televisivos.

Como dijo un portavoz de la federación, mientras observaba el espectáculo: "Ahora se habla de La Roja sin prejuicios. Tal vez hace unos años podía tener otras connotaciones. ¡Igual pensaban que estaban hablando de La Pasionaria!". Precedido por la pinta de administrador responsable, ayer Alonso rodó una campaña para concienciar a la población sobre la necesidad de ahorrar energía. Al tolosarra lo acompañaron el seleccionador, Vicente del Bosque, Puyol, Marchena y Reina para respaldar la campaña Ahorra Energía. Simultáneamente, Navas, Negredo, Cesc, Villa y Casillas pidieron a la cámara que por favor se consuma energía, siempre que la proporcione Iberdrola, con la excusa de que es más limpia y barata. En un escenario cercano, Mata, Capdevila, Senna, Albiol y Busquets compusieron un conjunto abigarrado, multirracial, para lucir los trajes oficiales que llevará la selección en Suráfrica y de paso promocionaron las manufacturas españolas. Algo parecido hizo Ramos incitando a libar los brebajes de la tierra, en compañía de Xavi, Iniesta, Silva y Torres.

Cruzcampo se llevó a dos de los diez jugadores más mediáticos del mundo, según un estudio de la Universidad de Navarra. Son Torres (quinto puesto, por detrás de Messi, Cristiano, Rooney y Kaká) y Xavi (noveno puesto).

Fernando Íñigo dice que la selección tiene 17 patrocinadores, pero sólo los que pagan un precio especial tienen derecho a utilizar la imagen de los futbolistas internacionales en sus campañas. "Las empresas eligen a los jugadores de acuerdo a sus necesidades y solicitan la lista a la federación española", dice Iñigo, "luego tienen derecho a rodar sus anuncios con un mínimo de cinco internacionales". El encargado de supervisar los repartos fue Fernando Hierro, director deportivo de la federación. Al parecer, no hubo quejas. Si acaso, Iberdrola lamentó la ausencia de Iraola, lateral del Athletic, al que había pedido alegando la presencia de la empresa en el País Vasco y la necesidad de llegar a los clientes más cercanos.

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