El Villarreal frena la sangría
Un gol de Llorente tumba a un Deportivo sin respuestas
En periodo de búsqueda de la identidad perdida, una versión menor le bastó al Villarreal para vencer por la mínima y con escasos alardes a un Deportivo plano y de recursos básicos, superado por un equipo con más entidad y mejores armas. El conjunto de Garrido, que venía de encajar 10 goles en dos partidos, mantuvo su portería a salvo, liderado por Godín, y logró una victoria balsámica que le acerca a Europa. Así está la Liga, con la clase media venida a menos. Con poco da para lograr objetivos impensables en cursos pasados.
Con estar ordenado en su parcela y en el ataque cazar alguna jugada de estrategia le está bastando al Deportivo para llevar una temporada que enmarcar. Lotina tiene pocos recursos y los optimiza al máximo. El valor añadido está en su defensa y, cuando ésta hace agua, aparece Aranzubia para solventar la situación. Tres balones de gol sacó el portero vasco en los últimos minutos del primer periodo, cuando el Villarreal despertó después de haber conseguido adelantarse en el marcador.
Al Villarreal se le supone que tiene buenos mimbres y grandes rematadores. La asociación de cuatro jugadores y cuatro toques le bastaron para abrir el partido. Sacó Fuster rápidamente una falta en corto para Ibagaza. El enganche argentino vio el pase definitivo para Nilmar, que le había marcado el desmarque. El brasileño picó el esférico con suavidad y elegancia salvando la presencia de Aranzubia, que vio cómo Llorente remachaba a gol.
Llorente se había convertido en protagonista por doble motivo: por chocar con Aranzubia en un exceso de efusividad, lo que alteró el ánimo de unos y otros en un encuentro hasta ese momento plano y sin nada reseñable, y evidentemente por el gol.
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