Marlon Brando,
actor cinematográfico, líder de minorías marginadas, símbolo de actores inconformistas e ídolo de las mocitas de los años cincuenta, confiesa, a sus 52 años, que está en la pendiente, que está acabado: «Estoy cansado y sin ganas de luchar. » Tuene montones de deudas. «Soy como una máquina usada de la que se han aprovechado demasiado y que ahora ya no responde más a los mandos.» Dice que solamente tiene un amigo, Jack Nicholson. Por cierto que, según la revista española LIB, Nicholson y Brando protagonizaron descansos homosexuales durante el rodaje de su última película Missouri.
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