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El PP cumple un año en la Xunta

Austeridad y mucha promesa en el aire

Feijóo pospone su prometida rebaja del IRPF, mientras exhibe su apuesta por el ahorro y el "bilingüismo cordial"

La estampa que inauguró la nueva era en la Xunta no pudo ser más elocuente: 10 lustrosos Citroën aguardaron en la Plaza del Obradoiro de Santiago a que otros tantos conselleiros regresasen de su toma de posesión. La primera pregunta que tuvo que responder el 2 de marzo el presidente in péctore en la resaca de su victoria electoral fue sobre la venta del Audi A8 blindado de su predecesor. Dos anécdotas que explican bien el tono de la campaña que devolvió al PP al Gobierno gallego. Sin ese doble discurso, el de la crisis y el lujo bipartito, no se entendería este primer año de legislatura.

Nada más aterrizar en la Xunta Feijóo rebajó un 25% el número de consellerías, (de 14 con el bipartito a 10) y laminó a 45 de los 52 delegados provinciales a golpe de decreto para cuadrar su anunciada reducción del 70% de altos cargos. De ese "plan de austeridad", que dejó envejecer docenas de audis en el garaje de San Caetano mientras la Xunta siguió abonando los seguros de esos coches, vivió el nuevo presidente durante sus primeros meses. Hasta que llegó el momento de cuadrar los presupuestos para 2010. En sus primeras cuentas, el compromiso estrella del PP para bajar los impuestos en tiempos de crisis, especialmente el tramo autonómico del IRPF, dormita en el cajón a la espera de tiempos mejores. El propio Feijóo admite que no será posible acometer la cacareada rebaja que ya ha pospuesto hasta el final de la legislatura. A cambio, la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, sí ha cumplido con el propósito de recortar el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, con mucho menor impacto en los bolsillos de los contribuyentes.

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Y mientras, la cola del paro sigue alargándose en Galicia. Si el programa del PP lamentaba el número de desempleados hace un año, 189.903 en enero de 2009, esa cifra ahora ha engordado en 41.725 personas más. El presupuesto de 2010 también ha dejado al aire otras costuras de la nueva Xunta: si hace un año el PP censuraba que la partida para Universidades sólo crecía un 4%, en los nuevos números cae un 2,39%. El ansiado Plan Renove de Industria fue un espejismo que apenas duró tres meses y no benefició a los compradores de coches usados, tal y como prometía la biblia del PP, de la "suspensión por dos años del impuesto de circulación para todo tipo de vehículos" no ha habido noticias, y el "programa mixto de empleo y formación" que prometía contratos para jóvenes por el 75% del salario mínimo sigue siendo una quimera.

El argumentario de campaña empujó a Feijóo a suspender, sin derogar, el concurso eólico y a colocar una gallina azul ante cada galescola para "despolitizar la educación". Un gesto decorativo mientras las guarderías siguen dependiendo de la Consellería de Traballo y, que se sepa, el currículum educativo tampoco ha cambiado. Igual que el decreto del gallego en la enseñanza que sigue vigente después de que Educación hubiese presentado unas bases que no convencen a nadie hasta el punto de motivar una multitudinaria manifestación y protestas generalizadas entre la comunidad educativa y los padres. Feijóo augura que la futura norma (que según varias fuentes está ya muy avanzada) entrará en vigor el próximo curso mientras busca fórmulas para conciliar la libertad que prometía en sus mítines, y el equilibrio entre gallego y castellano que consagraba su "contrato con los ciudadanos".

El Plan del Litoral y las Directrices de Ordenación del Territorio que el PP comprometió para el primer semestre de mandato, también permanecen aparcadas, y el conselleiro Agustín Hernández asume que no estarán listos antes de finales de 2010.

Los nuevos medios públicos, como los anteriores, tienen un director general nombrado por el partido en el Gobierno, mientras, la futura ley de CRTVG sólo verá la luz en la segunda mitad de legislatura según ha anunciado esta misma semana el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda. Y la apuesta por la transparencia del PP se ha traducido en que durante nueve meses la Administración no ha publicitado sus convenios en Internet, a lo que está obligada por ley, mientras la Xunta lo atribuye a un fallo en el sistema informático.

En el conflicto que más horas y esfuerzos está ocupando a la Administración gallega, Feijóo y su equipo siguen a rajatabla su hoja de ruta sobre las cajas. Aunque entonces no acaparó titulares, el programa del PP prometía "redefinir sus órganos de gobierno" y revisar los criterios para designar a los miembros del Consejo de Administración.

Hace un año el PP ya escribía en su programa que las posibles fusiones de entidades financieras "deben estar condicionadas por criterios técnicos y profesionales, decididos por órganos de gobierno independientes, y atendiendo a criterios como el incremento de la capacidad de gestión, la mejora de la eficacia y la posibilidad de ganar presencia en los mercados internacionales".

Proyectos aplazados

- Rebaja del tramo gallego del IRPF: suspendida hasta que mejore la situación económica. Era su promesa estrella. Feijóo admite que no verá la luz hasta el final de esta legislatura.

- Directrices de Ordenación do Territorio y Plan do Litoral: debían estar aprobados en octubre. El conselleiro Agustín Hernández admite que como pronto lo estarán a finales de año. Garantía por ley de que ningún paciente esperará más de 45 días para una consulta o prueba diagnóstica y 60 días para una operación. Lejos de materializarse esa promeso, la demora sigue creciendo en los hospitales públicos. Salvo en las patologías más graves que por primera vez bajan de los 30 días. Se han situado en 28.

- Plan de residuos sólidos urbanos: El contrato de Feijóo prometía tenerlo listo en los primeros seis meses de gestión. No hay noticias sobre él.

- Consellería de Xustiza. El programa del PP censuró al bipartito por relegar a una simple dirección general el área de justicia y prometía que esta área tuviese un departamento propio. La dirección general de Xustiza se mantiene en el organigrama de la Xunta.

- PROYECTO DE LEY DE AYUDA A LAS FAMILIAS. El PP se había dado un año de legislatura para sacarlo adelante. También inédito

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