Uria confía en elegir en marzo al nuevo presidente del Superior

El Poder Judicial parece dispuesto a resolver por fin la polémica presidencia del Superior vasco. Apenas un mes después del segundo intento baldío, la vocal del PNV en el Consejo, Margarita Uria, manifestó ayer su confianza en que el cargo pueda decidirse en el próximo pleno, previsto para el 24 de marzo. Según concretó, no habrá otras plazas convocadas para esa fecha, lo que evitará suspicacias sobre supuestos "intercambios de cromos" con otros tribunales.

Todo hace pensar que el Consejo General del Poder Judicial pretende quitarse de una vez una de sus principales máculas y desmentir las crecientes acusaciones que apuntan al trapicheo de cargos entre sus corrientes conservadora y progresista. Ninguno de los dos procesos anteriores habían sido tan acelerados en el tiempo. Si se cumple la previsión de marzo, ni siquiera dos meses separarán la segunda votación de la tercera. Uria no desveló ayer los motivos de su convicción, pero insistió en su "optimismo". "Creo que lo que nos mueve es sacar a una persona valiosa", consideró.

Apenas dos meses separarán el tercer proceso de elección del segundo

La vocal nacionalista, durante una entrevista en ETB, tampoco se pronunció sobre posibles aspirantes al puesto, aunque recordó que el plazo para presentar las candidaturas se cerrará el próximo 4 de marzo. Por ahora, han descartado optar de nuevo al cargo María Victoria Cinto y Manuel Díaz de Rábago. Jaime Tapia y el actual mandatario en funciones, Fernando Ruiz Piñeiro, aún no se han pronunciado y aguardarán "hasta el último momento". Uria ya advirtió, sin embargo, que el consenso podría facilitarse en torno a "alguien que no haya concurrido con anterioridad".

En un plazo de 20 días, los candidatos deberán presentar sus méritos ante el Poder Judicial y someterse a la entrevista pública que el Consejo fijó anteayer como nuevo requisito de cara a las próximas convocatorias. "Un elemento decisivo y que va a marcar una etapa", según la vocal del PNV, ya que se trata de "un componente de transparencia que permitirá plasmar de una forma más clara si las ternas son las más adecuadas o no". Un requisito adicional que, no obstante, podría retraer a algunos de los aspirantes a presidir el Superior. Las cartas no están aún sobre la mesa, pero la partida tiene su hora fijada.