Los talibanes apuntan a los extranjeros

El corazón de Kabul sufrió ayer un nuevo ataque coordinado, lanzado contra dos hoteles frecuentados por extranjeros, y en el que fallecieron al menos 17 personas. El portavoz insurgente Zabiulah Muyahid reivindicó la matanza, especificando que el "verdadero objetivo" eran los extranjeros. Entre las víctimas mortales, se hallan un ciudadano francés, un diplomático italiano y "hasta nueve" indios, según informó Nueva Delhi. Unas 40 personas resultaron heridas en la ofensiva de los insurgentes, cuyo enfrentamiento con las fuerzas afganas duró dos horas.

El ataque es la primera acción relevante de los talibanes desde la captura hace tres semanas en Pakistán de su jefe militar y número dos de la cúpula, el mulá Baradar. Mientras, las fuerzas de la coalición internacional llevan dos semanas desarrollando una amplia ofensiva contra los talibanes en la ciudad de Marjah. Fuentes de la administración estadounidense anunciaron que Washington planifica también lanzar una campaña para obtener el control de la importante ciudad de Kandahar.

EE UU anuncia una ofensiva en Kandahar antes de que termine el año

Kabul ha sido en los últimos dos años escenario de frecuentes atentados suicidas y ataques con proyectiles contra edificios importantes. El pasado 18 de enero, 12 personas murieron en el transcurso de una acción de comandos talibanes contra un centro comercial y varios edificios oficiales adyacentes, el mismo día que los miembros del nuevo Gobierno afgano juraban sus cargos.

No es la primera vez que los talibanes atacan alojamientos hoteleros: en octubre de 2009, otro grupo de insurgentes acabó con la vida de cinco empleados de la ONU en un ataque contra dos casas de huéspedes, que llevó a la organización a evacuar a buena parte de su personal en Afganistán. Ayer, los insurgentes han elegido un enclave comercial donde se encuentran varias casas de huéspedes populares entre los visitantes extranjeros y muy protegido, en una ciudad que cuenta en general con una masiva presencia de las fuerzas de seguridad y guardias privados.

No está claro cuál era el objetivo principal de los talibanes en esta ocasión, pero la Embajada india en el país ya había sufrido dos atentados en los últimos años. En un comunicado de condena, el Ministerio indio de Exteriores recordó esos ataques y asumió que el de hoy es el "tercero contra funcionarios e intereses" de la India en Afganistán, y "obra de aquellos que están desesperados por minar la amistad" entre los dos países. El Park Residence ya había sido objeto en 2005 de un atentado suicida contra su cibercafé, que llevó a los propietarios a reforzar las medidas de seguridad.

Karzai aprovechó el pasado 28 de enero la Conferencia de Londres para reafirmarse en su propósito de llegar a una reconciliación nacional con los talibanes que abandonen la violencia y abracen la Constitución del país. "La reconciliación de Karzai quiere decir rendición; sin embargo, los talibanes mostraron que nunca se rendirán ante Karzai y los extranjeros, sino que continuarán con la yihad mientras las fuerzas extranjeras estén presentes en Afganistán", advirtió el portavoz talibán Muyahid.

En Alemania, el Gobierno de la canciller Angela Merkel obtuvo el respaldo de la cámara baja sobre la decisión de aumentar el contingente alemán desplegado en Afganistán de 4.500 a 5.350 soldados. El 73% del Bundestag votó a favor. Al principio del debate, miembros del grupo parlamentario La Izquierda sacaron carteles con el nombre de algunas víctimas del bombardeo ordenado en Kunduz por un oficial alemán el pasado septiembre. Cuando el presidente de la sala, Norbert Lammert, expulsó a los participantes en la protesta, todo el grupo abandonó el pleno. Regresaron para participar en la votación.

El ministro de Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, celebró el resultado como "una victoria de la responsabilidad y de la razón". La nueva estrategia defendida por Westerwelle, que obtuvo el apoyo de buena parte del grupo socialdemócrata, contempla empezar con la retirada de tropas en 2011. Los dos partidos en el Gobierno, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y el liberal FDP votaron en bloque a favor.

La mayoría de los diputados verdes se abstuvo y La Izquierda votó en contra. En una rueda de prensa posterior al debate, Westerwelle no quiso precisar fechas para la retirada. Aseguró que fijar un plazo motivaría a los insurgentes a continuar con sus ataques a las fuerzas de la misión ISAF de la OTAN. El mandato aprobado ayer tiene un año de validez y contempla doblar el presupuesto alemán para la reconstrucción afgana. Alemania destinará 470 millones de euros a estas tareas.