La presión vecinal frena un realojo de chabolistas en Lugo

La decisión de la Xunta de realojar una familia chabolista en una zona de viviendas sociales de Lugo, en la que reside un buen número de personas de etnia gitana, ha provocado la protesta de parte de los vecinos y del propio Ayuntamiento, que acusan al Gobierno gallego de intentar crear "un gueto". Al final, las quejas han llevado al Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) a anunciar su predisposición a llevar el realojo a otra zona de la ciudad.

El plan inicial de la Xunta era realojar a esta familia en una vivienda recientemente rehabilitada en el casco histórico de Lugo, pero finalmente cambió la decisión y optó por hacerlo en una calle, Aquilino Iglesias Alvariño, en la que se acumulan 600 viviendas sociales, parte de ellas ocupadas por otros ciudadanos gitanos.

Los vecinos expresaron su rechazo a esta posibilidad de realojo con el pretexto de que el barrio se está convirtiendo en "una zona marginal". Es algo compartido por el gobierno local, cuya concejala de Benestar, Carmen Basadre, recordó que el año pasado, cuando se había suscitado una polémica similar con la adjudicación de viviendas en otro punto de la ciudad y en esta misma calle, se había alcanzado un acuerdo con la Xunta para que ninguna familia de O Carqueixo, el gran poblado chabolista de Lugo, fuera realojada en las casas de Iglesias Alvariño.

Compromisos

Ayer se encontró una solución. Fue en el transcurso de una reunión que mantuvo la propia concejal con representantes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, en la que los responsables autonómicos expresaron su disposición a cambiar de ubicación el polémico realojo.

"Estaremos al lado de los vecinos haciendo que se cumplan los compromisos, en los que se acordó que no se realojarían ahí más familias gitanas", apuntó la concejala Basadre, quien recordó que, como consecuencia de la polémica vivida el año pasado, el Ayuntamiento compró 15 viviendas diseminadas por distintos puntos de la capital, con el objetivo de realojar a familias procedentes de asentamientos chabolistas y evitar su concentración en un mismo lugar.

En la reunión de ayer, los representantes municipales ofrecieron la posibilidad de que la familia fuera trasladada a una de las viviendas propiedad del Ayuntamiento. El IGVS aceptó esta propuesta, siempre y cuando no se lesionen los intereses de los adjudicatarios.

Los vecinos de la calle Iglesias Alvariño se muestran satisfechos con el anuncio de la Xunta de que reconsiderará su decisión de alojar allí a la familia. Residentes en la zona afirman que la convivencia con los vecinos procedentes del poblado chabolista "se va logrando", aunque en ocasiones, aseguran, se ve "alterada" por la masificación en alguna de las viviendas. Sostienen que en ciertas casas han llegado a estar censadas 30 personas, extremo que fue desmentido por el Ayuntamiento lucense. El gobierno local reconoce que hay tres casos de pisos en los que residen cerca de 20 personas.