Otro rey de la cantera

El Barcelona es sinónimo de éxito de la cantera, de un modelo que empieza en La Masía y acaba levantando cuanta copa se le pone delante. Su rival de hoy (22.00, La Sexta y autonómicas), el Málaga de Juan Ramón Muñiz, le supera en un detalle: es el equipo de Primera que más canteranos ha hecho debutar esta temporada: 10 entre la Liga y la Copa, uno de ellos Juanmi, uno de los futbolistas más jóvenes en estrenarse en Primera. Lo hizo con 16 años, siete meses y 24 días, cinco jornadas atrás, ante el Getafe.

Juanmi, que antes ya había marcado en su debut copero, simboliza la apuesta por los chicos de la casa del club andaluz. Una hornada de entre 16 y 22 años que juegan, marcan -tres de ellos se estrenaron con un gol en la Liga- y mantienen al equipo en la 12ª plaza de la tabla. Y eso que La Base, La Masía malagueña, ni siquiera cuenta con una ciudad deportiva en condiciones -la nueva está pendiente del Plan General de Ordenación Urbanística- y se reparte por varios campos de la ciudad gracias a la ayuda de la federación malagueña. "Por eso y porque el filial juega en Tercera y el salto de Tercera a Primera es muy complicado, tiene más mérito", asegura Fernando Sanz, el presidente y propietario del 96,25% de las acciones.

Muñiz es el principal responsable de haber sacado provecho de esta cosecha de jóvenes que empieza en Manu Torres, debutante en la primera jornada, ante el Atlético (gol incluido), y acaba en Óscar, que lo hizo en la vuelta de los octavos de la Copa en Getafe, y pasa por Edu Ramos, Toribio, Javi López, Iván González, Pedrito, Juanfri y Portillo. También se suma a ellos Xavi Torres, que llegó el verano pasado del Barça. "Se están ganando el pan en Primera", dijo ayer Pep Guardiola.

Pero la apuesta del Málaga no sólo tiene que ver con un técnico que no tiene problemas para apoyarse en el filial. También, con "algunos fichajes que no han funcionado", reconoce Sanz, y con la filosofía de no gastar ni un euro más del que se ingresa. "Siempre antepongo la viabilidad económica", subraya Sanz, que un día del verano de 2006 se acostó como capitán del equipo y al día siguiente se levantó como presidente de una entidad en quiebra. Dos años después, el Málaga reordenaba sus deudas y subía a Primera. Hoy da beneficios (200.000 euros), pero tiene una deuda de 14 millones, "totalmente estructurada" y a pagar en cuatro años.

"Tengo un presupuesto de 12 millones para fichar y pagar nóminas y compito con presupuestos de 120. Somos realistas. Nuestro objetivo es la salvación", concluye Sanz. Y se ríe de la crisis que ha hecho que esta temporada los equipos tiren más de la cantera que en otras (han debutado más de 50 canteranos): "Yo llevo en crisis desde 2006 y he conseguido una empresa con un futuro prometedor en la que todos los jugadores cobran". Y que apuesta por la cantera.