Guipúzcoa asume que impondrá nuevos peajes en sus vías de alta capacidad

A Guipúzcoa sólo le queda concretar dónde va a instalar los nuevos puestos de peaje y los precios por el uso de su red de carreteras. Ello podría ocurrir a lo largo de este año. Lo que ya está asumido por la mayoría de los grupos políticos de las Juntas Generales es la necesidad de incorporar al sistema de pago a "las vías de alta capacidad que en este momento son financiadas exclusivamente a través de los impuestos". Como "primer paso", se aplicará un canon por el uso de las carreteras que forman parte de la red transeuropea. Éstas son las dos primeras conclusiones recogidas en el borrador que ha elaborado la ponencia creada en la Cámara sobre la gestión de la red viaria del territorio, al que ha tenido acceso EL PAÍS.

El documento, de cinco folios, también concluye que el futuro sistema de peajes "debe distinguir" entre usuarios guipuzcoanos que aportan al mantenimiento de la red viaria mediante el pago de impuestos y los que no lo hacen. Además de los descuentos actualmente existentes, los grupos plantean analizar si a los contribuyentes de esta provincia se les pueden aplicar "desgravaciones en determinados impuestos".

Las conclusiones incluyen que la integración de nuevas carreteras al sistema de pago debe ir acompañada de "variaciones" en las tarifas que ahora rigen en las autopistas AP-1 y AP-8, aunque no se especifica si los cambios serán para encarecer o abaratar su coste.

Los partidos registraron ayer, último día para hacerlo, sus aportaciones al borrador. La ponencia se reunirá el 4 de marzo para tratar de consensuar el documento con las conclusiones definitivas. El PNV y Hamaikabat, que sostienen el Gobierno foral, suscriben todas las conclusiones iniciales de la ponencia.

La Diputación ha encargado a través de la sociedad Bidegi (gestor de las autopistas guipuzcoanas) dos informes técnicos, uno de los cuales propone, además de subir 0,36 euros la tarifa en la AP-8 entre Zarautz e Irún, instalar un peaje para camiones en el alto de Etxegarate (N-I) -cinco euros para pesados tipo 1 y seis euros para tipo 2- y otro puesto de cobro en la vía Bergara-Beasain a la altura del puerto de Deskarga -un euro a los turismos y nueve a los camiones.

El PSE, cuyo voto resulta crucial para que salga adelante el nuevo sistema de peajes, acepta ampliarlo a otras carreteras, aunque precisa que "únicamente debería realizarse en las de nueva construcción", explica Lore Suárez, presidenta de la ponencia. Los socialistas sólo admitirán el cobro en la N-I si se construye un túnel bajo el puerto de Etxegarate.

El PP enmienda todo el contenido del borrador, rechaza "radicalmente" la política foral de aplicar nuevos peajes y aboga por "negociar convenios que impliquen económicamente a otras administraciones" y reducir "de manera significativa" el coste de la AP-1. El grupo mixto -Aralar, EB y Alternatiba- también se opone a extender los peajes a otras carreteras. Aralar plantea crear una "viñeta social", una suerte de tarifa plana de unos 20 euros anuales.