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Crónica:JUEGOS DE VANCOUVER
Crónica
Texto informativo con interpretación

Siniestro total

Rienda se despide a la primera del gigante

Siniestro total. Ni asomo de milagro. María José Rienda se despidió a la primera de los Juegos como una principiante. Cualquier atisbo de esperanza terminó a los pocos segundos de la primera bajada del eslalon gigante. La granadina estuvo desastrosa y acabó a más de seis de la austriaca Elizabeth Goergl que había marcado el primer tiempo (1m15,12s). Fue última largo rato y sufrió la humillación de ser superada por esquiadoras de nivel muy discreto. A falta de la segunda manga se fue al puesto 45º, indigno para la categoría que tuvo. Incluso la superaron las otras dos españolas, Carolina Ruiz, que fue 35ª, y la debutante Andrea Jardi, 42ª. Lindsey Vonn siguió tirando su reinado por los suelos y estuvo varios minutos tendida en la nieve tras una caída sin mayores consecuencias.

No había buena visibilidad, pero era para todas. Rienda cometió ya muchos errores en la parta alta de la pista, en la que cedió casi un segundo a Goergl. Era el principio del fin. En el segundo tramo fueron ya dos segundos perdidos, cuatro en el tercero y seis al final. Como un perfecto reloj atrasado. Se fue parando y ofreció una imagen pobrísima.

A la española le ha faltado preparación, pero el problema es que sus rodillas quizá ya no le respondan nunca a alto nivel. Aunque se consoló con su eterno optimismo por haber participado en sus quintos Juegos y anunció que espera recuperarse para despedirse en los Mundiales de Garmisch (Alemania) de 2011, no tuvo disculpa. Un total de 68 esquiadoras lograron terminar la primera manga, 17 se cayeron y otra más fue descalificada. Rienda sólo superó a 23 por tiempo. Ni siquiera pudo acabar por encima de la mitad.

"Hay que dejar paso a los jóvenes para Sotchi" (la ciudad rusa donde serán los siguientes Juegos), dijo la esquiadora, de 34 años. Los que criticaron su presencia, acertaron. La federación, comprometida con la única inversión que le ha sido rentable en muchos años, se volvió a equivocar. Pero era una jugada muy arriesgada y las críticas de no haberla dejado participar, habrían sido aún mayores. El esquí español continúa en la desazón de su indigencia.

Vonn, en una prueba en la que apenas ha tenido presencia en la temporada, empezó muy bien. Pero pasada la zona media, en un giro a derechas perdió la línea y se fue contra la barrera. Fue atendida en el mismo sitio y aunque dolorida en la mano derecha terminó la bajada esquiando.

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