El sueco, a la tercera
Llegó a Stuttgart hecho una piltrafa: el traje oficial le va corto y no pudo usar zapatos porque el tobillo derecho -le impidió jugar contra el Racing- seguía inflamado. Pero jugó y marcó, facilitando así un resultado excelente. Guardiola pidió tocar mucho y conducir poco. Ibrahimovic remató poco (tres tiros a puerta) y sacó mucho. Recuperada la titularidad -seis partidos en esta Champions; ninguno lo empezó en el banco-, marcó su segundo gol en la competición en una jugada que recordó al empate al Estudiantes en el Mundial de clubes.
Entonces, como ayer, saltó Piqué, robó la pelota a un defensa de cabeza y acabó en la red. Donde apareció Pedro ayer lo hizo Ibra y, a la tercera que tuvo ante Lehmann, la clavó. El día en que el rotativo sueco Aftonbladet anunció que el Barça le ha multado con 3.000 euros por conducir una moto de nieve en las vacaciones navideñas -el club ni niega ni confirma-, el ariete dió aire al equipo y suma 15 goles en 31 encuentros. Hay días que juega mucho y no mete una. Ayer tiró tres veces, marcó uno y pudo celebrar otro, pero Molinaro lo evitó con una zamorana.
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