Un gallego controvertido

2005. España disputa los cuartos de final del Eurobasket de Belgrado frente a Croacia. El equipo español, que juega ese campeonato sin Pau Gasol, las está pasando canutas hasta que surge como un ciclón un debutante: Fran Vázquez, 22 años entonces, deslumbra con una actuación estelar que posibilita que España juegue las semifinales (un tiro de Nowitzki nos dejaría fuera de la final) y la carrera del gallego parece despegar. Ese mismo verano había sido drafteado por los Orlando Magic en posición privilegiada (primera ronda, puesto 11) lo que le aseguraba buenos dólares y muchos minutos de juego. Pero sorprendentemente decide cambiar a los Magic por un incierto proyecto en Girona (muy bien pagado, eso sí) lo que no habla muy bien de sus ambiciones como jugador. El experimento del Akasvayu no funciona muy bien pero vuelve a ser llamado a la selección para el Mundial de Japón. Renuncia por unas molestias físicas y no encaja bien en el grupo. A partir de entonces, no ha sido llamado más, lo que ha dado pie a diversas interpretaciones alrededor de sus relaciones con los pesos pesados del vestuario español.

En el verano de 2006, el Barça lo ficha y durante dos temporadas no termina de arrancar. Lo tiene todo para ser un jugador determinante. Un físico prodigioso, buena mano y una capacidad de salto que unida a su envergadura le capacita para convertirse en un gran intimidador. Pero por unas cosas o por otras, no termina de cuajar, alimentando su fama de jugador inconsistente, capaz de salirse en un partido para ser intrascendente en los tres siguientes. Hasta se teoriza con la extrema influencia de su mujer en sus decisiones.

La temporada pasada, Fran Vázquez comenzó a dar señales de un cambio tanto de actitud como de rendimiento. Se le vio más centrado y concentrado, sin sus habituales lagunas y con un papel más relevante dentro de un equipo que llegó a la Final Four de la Euroliga y terminó por ganar la Liga ACB. Para no perder su perfil de hombre controvertido, se dio de nuevo de baja en la selección sin llegar a ser elegido, como queriendo decir, "conmigo no contéis". Más alimento para los rumores. Esta temporada ha continuado su progresión hasta conseguir, durante esta Copa del Rey, el galardón de MVP. Merecido sin duda, aunque no ha tenido gran competencia pues no ha sido competición de grandes actuaciones individuales. Se podría decir que Fran Vázquez, a sus 26 años, camina hacia su madurez. Sigue arrastrando su fama de controvertido y todavía se mete en líos evitables, como su tercera falta en el segundo cuarto de la final, que cortó el momento dulce que estaba atravesando en ese instante, pero cada vez son menos. Nunca será un jugador cerebral, pero su rendimiento está cada día más cerca de las condiciones que atesora. Que son descomunales. Con el reconocimiento de este galardón y ante el reto del próximo verano en Turquía, el tema selección vuelve a abrirse.