Bilbao se da por vencido en 48 horas y acepta endeudarse otros 66 millones

El Gobierno y el PSE habían pedido la víspera a la Diputación de Vizcaya que "moviera ficha" y la respuesta ha sido inmediatal. El diputado general, José Luis Bilbao, a quien su nuevo pulso con los socialistas le ha durado 48 horas, anunció ayer que la institución foral asumirá, a tráves del endeudamiento propio, los 66 millones de euros pendientes para que se cumpla el plan de obras del metro en Santurtzi, Getxo y Basauri.

Fuentes de Transportes aseguraron que una aportación extraordinaria de la Diputación fue una de las opciones que se manejaron después de que el miércoles pasado se plantease el conflicto, además de otras como nuevas aportaciones de cada institución, ampliar los años para pagar la deuda e incluso un endeudamiento a corto plazo. Sin embargo, Bilbao señaló "que eran una chapuza", siempre según las fuentes informantes.

El Gobierno, que aún no conoce el nuevo plan, quiere un acuerdo pactado Bilbao sostiene que "toma las riendas" para no perjudicar a los ciudadanos

La decisión foral parece zanjar la guerra del Metro desatada el miércoles, cuando los representantes del Gobierno rechazaron en el Consejo del Consorcio de Transportes de Vizcaya (el órgano encargado de financiar la construcción del suburbano, pagado al 50% entre la Diputación y el Gobierno) el plan financiero porque incluía un endeudamiento de 127 millones, 66 millones por encima del límite legal establecido.

Con todo, el fin del conflicto no está todavía nada claro, porque Transportes mantiene dudas sobre la propuesta. "Hay que analizar exactamente lo que propone, porque no nos queda nada claro", señaló un portavoz del departamento. La consejería que dirige Iñaki Arriola no recibió ayer ninguna comunicación oficial de la Diputación y sólo conoció su contenido por los periodistas.

La trifulca puede además continuar en el foro donde debatir la solución. Transportes ha pedido que el asunto se debata el martes próximo en la reunión de la dirección de Metro Bilbao, convocada por su nuevo presidente y viceconsejero de Transportes, Ernesto Gasco, quien sustituyó la pasada semana a Bilbao en ese puesto. Así lo trasladó el departamento en una carta enviada a Bilbao en la tarde del jueves.

Sin embargo, el diputado general aseguró ayer, al anunciar su plan de endeudamiento, que convocará el jueves al consejo del Consorcio de Transportes, del que es presidente, para aprobar el presupuesto de la entidad y los planes financiero y de inversiones que "garantizará" las obras previstas.

La Diputación ha dado un giro evidente en sus planteamientos, ya que en la tarde del jueves todavía aseguraba que el Gobierno no había planteado ninguna "propuesta razonable".

En un claro intento de mantener el protagonismo, Bilbao apuntó ayer que la Diputación "toma las riendas y aporta una solución inmediata". Aunque huyó de las críticas, calificó el litigio abierto como "consecuencia del desgobierno" en el Ejecutivo, que, indicó, "no lo pueden pagar los vecinos de Vizcaya".

A la pregunta de por qué no se planteó esa propuesta el miércoles y así evitar la guerra, respondió: "Preguntadlo a los representantes del PSE que votaron en contra. Aún no lo sé".

El Ejecutivo achaca el conflicto a los responsables del Consorcio, controlado por el PNV, por no haber comunicado que se endeudaban por encima del límite legal. En virtud de una ley aprobada siendo Ibarretxe lehendakari, los representantes del Ejecutivo tuvieron que votar en contra. En un comunicado difundido pocas horas después del anuncio de Bilbao, Transportes instó a alcanzar un acuerdo para aprobar "un presupuesto legal" y que el diputado general "abandone la actitud de enfrentamiento".

Transportes mantiene ahora una "nula confianza" en la presidencia del Consorcio, porque "ni negocia ni dialoga" y áun desconoce su posición para resolver el conflicto. Fuentes del departamento agregaron que la propuesta del diputado general "hace pagar más a los vizcaínos" y que el presupuesto del Metro debe ser consensuado entre ambas instituciones.