Jaric y Llull lanzan al Madrid
La inspiración de la pareja exterior y el flojo papel de Tucker funden al Joventut
Jaric y Tucker, polos opuestos, uno inspiradísimo y el otro fuera de foco, resumen el demoledor ejercicio del Real Madrid a costa del DKV Joventut. El Madrid desprendió buenas sensaciones, similares a las que había exhibido poco antes el Caja Laboral Baskonia, su rival hoy en las semifinales. El partido duró lo que Jaric tardó en sumar 16 puntos, otros tantos minutos; o lo que Llull en enlazar sus dos primeros triples, poco antes de la mitad; o quizás acabó algo antes, cuando Tucker encestó por fin después de cinco tiros. Podía ser más o menos, pero el derrotero de los acontecimientos iba en una sola dirección. El DKV Joventut se perfilaba cada vez más blando por dentro y menos listo en la defensa de los exteriores del Madrid, especialmente expuesto a los estropicios que le causaron Jaric y Llull, autores de 26 y 29 puntos respectivamente.
REAL MADRID 90 - JOVENTUT 82
REAL MADRID 90 JOVENTUT 82
Real Madrid: Prigioni (2), Jaric (26), Kaukenas (4), Garbajosa (9) y Lavrinovic (2) -cinco inicial-; Llull (29), Hansen (8), Velikovic (-), Reyes (10) y Tomic (-).
Joventut: Valters (7), Tucker (14), Pere Tomás (8), Bogdanovic (16) y Koffi (4) -cinco inicial-; Mario Fernández (4), Eyenga (8), Bueno (-), Norel (3), Sonseca (8), Franch (2) y Jelinek (8).
Árbitros: Arteaga, Pérez Pizarro y Conde. Sin Eliminados.
Unos 14.000 espectadores en el Bizkaia Arena. El Madrid jugará hoy las semifinales contra el Caja Laboral.
Jaric levitaba. Sus movimientos tenían algo mágico; una finta por aquí, un amago, la búsqueda de un bloqueo, y de repente aparecía solo a cinco, a seis, a siete metros del aro. Todo eso sucedió en el primer tiempo, donde quedó zanjada la cuestión y se empezó a sospechar que el segundo periodo iba a quedar en un puro formulismo, por más que no faltó un pequeño episodio de emoción cuando, con Jaric tomándose un ligero respiro en el banquillo, el Joventut rebajó de 17 a 7 puntos su desventaja (63-56).
Pero volvió Jaric, se enchufó definitivamente Llull, que con 6 triples destripó la zona defensiva que impuso al final el Joventut, y el Madrid acabó controlando con solvencia en el último cuarto a pesar de su nefasto porcentaje en los tiros libres: un 57% con un 12 de 21.
Expuesto a los desperfectos que causa la sedosa muñeca de Jaric, capaz de jugar de base, escolta o alero, lo que se tercie, el Joventut empezó a perder pie ya en el segundo cuarto. El hueco se abrió cuando Hansen enlazó un triple y un robo de balón y puso una diferencia de cinco puntos en el marcador (30-25). A partir de entonces, el asunto parecía visto para sentencia. El Joventut no pudo contar con su especialista, Tripkovic, lesionado, pero se empecinó en un pim pam pum desde más allá de los 6,25 metros que le llevó al desastre, 1 de 11 en la media parte y 4 de 24 al final, y condicionó por completo su juego de ataque. Por dentro el Madrid no dio una sensación de especial poderío en el interior de la zona. A sus pívots les faltó decisión y contundencia en más de una jugada. Pero dominaron el rebote, otra de las premisas, junto a un marcaje capaz de secar a Tucker, para eliminar al Joventut.
Da la sensación de que Ettore Messina todavía busca una rotación superior a la actual y en la que todos sus hombres altos rindan mejor y se encuentren más a gusto. Velickovic no tuvo apenas vela en el entierro y Tomic apunta muchísimo pero todavía, en varios aspectos, se queda en eso. Felipe Reyes, por el contrario, encajó mejor que otros días en el engranaje. En cualquier caso, el Madrid pasó con solvencia el primer corte. El Joventut, apenas impulsado por los lanzamientos a media distancia de Bogdanovic, tuvo que conformarse demasiado pronto con desempeñar el papel de aspirante a una remontada casi imposible.
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