La juez avala el despido de la ex directora financiera del Palau

Primera derrota judicial de los saqueadores del Palau de la Música. El Juzgado de lo Socia 32 de Barcelona ha declarado procedente el despido de Gemma Montull, la ex directora financiera de la entidad e hija de Jordi Montull, que fue acordado por la nueva dirección el pasado 30 de septiembre.

La sentencia considera que el despido está más que justificado porque se han probado la mayoría de los motivos que esgrimió la empresa. La juez recuerda, además, "no hay que olvidar que los hechos que fundamentan la carta de despido son hechos presuntamente delictivos" que investiga el Juzgado de Instrucción 30 de Barcelona.

Gemma Montull, a la que el juez Juli Solaz se resistió durante unos meses a imputar, colaboró activamente en el saqueo protagonizado por su padre y por Fèlix Millet, ex presidente de la entidad, según viene a decir la sentencia. La mujer dio "órdenes explícitas" a los contables del Orfeó y del Palau para que en 15 días se abonasen determinadas facturas que sólo autorizaban su padre y Millet, mientras que las demás iban avaladas por el responsable del departamento que la emitía.

De esta manera se desviaron 487.853 euros por estudios o trabajos inexistentes a través de facturas giradas por Aurea Rusula, SL, y Aysen Produccions 46, SL. La primera la administraba Mercedes Mir, madre de Gemma, y cobró 269.437 euros. La administradora de la segunda era Marta Vallès, esposa de Millet, y percibió 228.416 euros, entre 2008 y 2009. Una parte del dinero, 180.000 euros, se destinó a sufragar el bonus de Montull y Millet, un sobresueldo que cobraban ambos.

La sentencia recuerda, además, que la mujer hizo uno de esos pagos dos días antes de emitirse la factura, por lo que considera que Gemma Montull intermedió ante la entidad bancaria. Por ello, la juez afirma que "no es admisible" la declaración que realizó la mujer en el juicio, al presentarse como una conserje. Su salario mensual era de 8.586 euros brutos.

La sentencia también considera probado que cuando los Mossos registraron el Palau, el pasado julio, la despedida intentó ocultar un lápiz de memoria que contenía datos de aquellas empresas y la facturación que realizaban. Por el contrario, no se ha demostrado, dice la juez, que ocultara información a los auditores. La sentencia será recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Clara Millet, ex directora del departamento Internacional del Palau, también fue despedida por la nueva dirección y ayer quedó visto para sentencia el juicio del caso. La mujer declaró que si no dimitió fue para demostrar su inocencia.