Urkullu difumina su interlocución con López y le remite al Parlamento

A falta de conocerse el contenido de una carta que hoy enviará al lehendakari, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, le advirtió ayer de que ve "un mal augurio" a la interlocución "vis a vis". El motivo de su pesimismo es que López quiera seguir apoyándose en los votos del PP y además no recoja en su propuesta de pactos ni el desarrollo estatutario, con prioridad para todo el bloque socioeconómico, ni el cambio del marco jurídico del autogobierno, para evitar "el riesgo evidente de dilución" de la construcción institucional del país de los últimos treinta años, por "la dependencia total de Madrid, del Gobierno español y de los partidos nodriza del PSE y el PP vasco".

Para el resto de las cuestiones, -desde la sanidad a la educación, las políticas sociales, la industria o el reforzamiento de la unidad contra el terrorismo, e incluidas las cuatro del decálogo de Urkullu que López sí recogió-, "ahí tienen el Parlamento", dijo. En él tendrá cada departamento "opción de trabajar con nuestro grupo parlamentario", indicó. Urkullu frenó también a López en cuestión de reglas, si quiere un diálogo con el PNV más allá de las cuestiones sectoriales o territoriales que formulen los peneuvistas a través de su grupo parlamentario en la Cámara o de los diputados generales desde los ejecutivos forales. "Las reglas del juego no las marca usted", dijo en una comparecencia en Vitoria, donde se reunió con cargos públicos alaveses. A su juicio, el ofrecimiento del lehendakari es sólo "escenificación" y "apariencia". Con ellas trata de "ocultar su pacto con el PP" y de suplir las "carencias" de éste, que no contiene, dijo, "planteamientos comunes en temas estructurales".

El líder 'jeltzale' añade las políticas pasivas de empleo a sus reivindicaciones

Responde por todos los cargos del PNV y niega problemas de equilibrios internos

Urkullu negó que la renuencia del PNV a la hora de responder al lehendakari obedezca a problemas de equilibrios internos y reafirmó su liderazgo total sobre el partido. "Fui elegido hace dos años en una asamblea general y yo respondo por el grupo parlamentario en el Parlamento vasco, en el Congreso, en el Senado, por los diputados generales, los representantes en las Juntas generales, los alcaldes y los concejales que forman la representación pública e institucional del PNV", recalcó.

Los problemas se derivan del acuerdo entre el PSE y el PP que llevó a Patxi López al Gobierno. "Quizá tengamos que invertir los términos y esperar a que se reúna con Basagoiti. Que nos aclare previamente qué han acordado, cuál es el margen de maniobra que tiene y dónde están sus carencias". Con ello por delante, se podrá "ver para qué quiere al PNV".

Lo que Urkullu dejó claro, aunque admitió que las propuestas de López trascienden la acción del Gobierno y tienen que ver con problemas y modelos de futuro, es que el lehendakari no puede esperar del PNV grandes cosas si a la vez quiere mantener el pacto con el PP. "El lehendakari no puede pretender construir un programa de gobierno con el PNV que le haga seguir tres años y medio más en el Gobierno apoyado por los votos del PP", dijo con toda claridad.

Urkullu dio señales de seguir queriendo jugar un papel en la negociación de las políticas activas de empleo. Citó de nuevo, en una reclamación no incluida en la negociación presupuestaria del año pasado, el traspaso de la Seguridad Social y añadió también el de las políticas pasivas de empleo, es decir, las prestaciones del paro. La pretensión de que el PNV tenga un papel en la negociación de las transferencias choca con la concepción del Gobierno, que las considera algo a acordar de modo bilateral entre ambos ejecutivos, como ha sido siempre en el pasado con los gobiernos nacionalistas.