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La conservera Albo crea cinco firmas inmobiliarias

Separa la fabricación de latas de su patrimonio en solares y edificios

María Fernández

La histórica conservera viguesa Hijos de Carlos Albo, SA, con unos 300 trabajadores, ha repartido su actividad en cinco empresas distintas, cuatro de ellas de promoción inmobiliaria. El Registro Mercantil anunció ayer que Albo ha pasado de ser una sociedad anónima a una limitada, aunque con el mismo objeto social: la fabricación de conservas. Paralelamente, sus accionistas han fundado Hical Candas, Hical Ribadesella, Hical San Vicente e Hical Santoña. Las cuatro arrancan con un capital de 180.000 euros cada una y tienen como objeto "la adquisición o enajenación de bienes inmuebles, parcelación, urbanización y promoción urbanística". Ignacio Albo Quiroga ocupará la presidencia de todas las sociedades del grupo.

Comisiones cree que es una operación para descapitalizar la empresa

Además, los accionistas de Albo han creado Hical Vigo, con un capital de 1,8 millones de euros, también dedicada a la promoción inmobiliaria, pero que no figura como sociedad beneficiaria de la escisión.

La empresa no ha querido explicar a qué responde la operación, pero les ha adelantado a los trabajadores que daría el paso "para separar societariamente el negocio de la conserva del patrimonio inmobiliario ante los procesos de concentración que puedan surgir", según explicó Luciano Villar, de CIG en A Mariña. Villar adelantó que en todas las reuniones que la directiva mantuvo con los trabajadores "se garantizaron los puestos de trabajo", y que la escisión de Albo, SA en cinco empresas no afectará a la actividad de la conservera. En estos momentos la empresa cuenta con tres centros de producción en Vigo, Celeiro y Tapia de Casariego (Asturias) después de que el año pasado cerrase su planta asturiana de Candás. Los operarios de esa fábrica fueron recolocados o indemnizados. La empresa familiar con sede en Vigo también tiene otra planta en la localidad cántabra de Santoña, que trabaja por debajo de su capacidad.

Desde el sindicato CC OO en A Mariña, Covadonga Viamonte sospecha que sea un paso para intentar "descapitalizar la empresa". El sindicato ha impugnado esta escisión ante el Registro Mercantil y recela de que se estén creando empresas "puramente inmobiliarias". Se da la circunstancia de que Albo tiene un importante patrimonio en solares situados "en los centros de cada municipio donde está instalada", según CC OO.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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