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Desalojados los vecinos de un edificio con grietas

Los inquilinos pasan la noche fuera de sus casas por seguridad

Pilar Álvarez

Lleva toda la tarde bajando cosas. Ha colocado la tele en el maletero del coche y ahora hace malabarismos para que no se le caigan las cajas apiladas sobre las manos, con CD, papeles y ropa. Al vecino, que pide que no figure su nombre, le avisaron los bomberos a las tres de la tarde, mientras echaba una siesta: "Hay que salir", le dijeron. Todos los habitantes del número 40 de la Cuesta de San Vicente, en el distrito Centro, fueron ayer desalojados por la aparición de unas grietas en la escalera. Son 48 vecinos que residen en 12 viviendas ocupadas en un edificio con tres plantas en la fachada y una más que no se aprecia desde el exterior.

Un vecino alertó a los bomberos pasadas las once de la mañana de la aparición de una grieta "sospechosa" en las escaleras interiores, según informó una portavoz de Emergencias Madrid. Cuando los bomberos llegaron al inmueble, un edificio antiguo con el entramado de madera y un patio interior, lo revisaron y decidieron desalojarlo por seguridad. También quedaron vacíos los dos locales situados bajo la fachada, un restaurante y una tienda de alimentación, que ayer echaron la persiana antes de tiempo.

Al chico que hace la mudanza, que vive de alquiler en el bloque, no le extraña lo de las grietas. "Qué va, si hay un montón, ¿no ves que estamos de obras?". El edificio tiene la fachada granate algo descascarillada. A través de la puerta negra se podían apreciar restos de polvo en el portal, con las paredes y la bombilla desnudas y material apilado en una esquina. Dos agentes de la Policía Municipal acordonaron el edificio y lo custodiaron durante todo el día para evitar el paso de curiosos.

Algunos pisos están sufriendo obras "parciales", aclaran desde Emergencias. Técnicos de Control de Edificación se acercaron a revisar el edificio después del desalojo. Este servicio depende de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, que ayer no pudo precisar el alcance del incidente ni si los vecinos deberán pasar muchos días fuera de sus casas. De momento, anoche fueron realojados en plazas hoteleras por el Samur Social, según un portavoz del servicio municipal. De los 42 afectados, 36 accedieron a pasar la noche en un hotel. El resto se acomodaron con familiares y amigos. La ayuda de emergencia social supone siete días de realojamiento que se pueden prorrogar en caso de necesidad, según el citado portavoz.

Hace tres semanas, los vecinos de un edificio de Tetuán abandonaron sus casas a toda prisa después de que uno de los residentes alertara también de la presencia de unas grietas sospechosas. Fue cuestión de suerte, ya que la fachada del número 6 de la calle de Mariano Fernández se derrumbó justo después de que hubieran salido todos. Durante varios días, 80 vecinos (entre los que residían en el edificio afectado y otros colindantes) se alojaron en un hotel. El Ayuntamiento ordenó derribar el inmueble entero dos días después del incidente, el 23 de enero. Algunos de sus moradores tuvieron que buscar pertenencias y recuerdos entre los escombros.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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