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El agujero económico de Urdaibai

La comarca se ha quedado casi sin tejido industrial, al perder más de 4.000 empleos en 20 años - El Guggenheim sólo se ve como parte de la revitalización

Los datos macroeconómicos engañan y Urdaibai, la única reserva de la biosfera de Euskadi, presenta una buena imagen: un paro por debajo de la media de Euskadi y una recaudación de impuestos por encima de la comunidad autónoma vasca, con un incremento del 226% desde 1990. ¿Por qué entonces todos, instituciones, políticos y vecinos, reclaman revitalizar una comarca de poco más de 43.000 habitantes? La respuesta es sencilla: la mayoría de los residentes tienen que trabajar fuera de la zona porque el tejido industrial ha quedado prácticamente destruido en los últimos 20 años. En los dos principales municipios de Urdaibai, Gernika y Bermeo, donde está concentrada la actividad industrial, se han perdido más de 4.000 empleos.

Los datos engañan: el paro no es alto y la recaudación subió un 226% desde 1990
La mayoría de los vecinos se van a trabajar a diario fuera de la comarca
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Sorprende que, sobre esta sangría en la industria y el éxodo en busca de empleo, no haya ninguna estadística oficial, ni siquiera en los ayuntamientos. En Gernika, según los datos recopilados por este diario, apenas llegan al millar los empleos industriales y la fábrica de mayor dimensión no alcanza los 150 trabajadores, cuando en los 80 había tres compañías que superaban los 500 empleados. "Sólo en las tres cuberteras y la fábrica de armas había 2.700 trabajadores y ahora sólo quedan 100 de dos cuberteras que se van a fusionar en una", dice el alcalde José María Gorroño, quien calcula en más de 3.200 los empleos perdidos en el municipio en estas dos décadas. Bermeo, la otra gran urbe de Urdaibai que ha vivido más de la pesca y la industria auxiliar, ha sufrido lo suyo: su flota de cerca de 250 barcos se ha reducido a 60 y ha cerrado una de las cuatro conserveras. "Se habrán perdido más de 1.000 empleos", señala su alcalde Xabier Legarreta.

Según los datos del Departamento vasco de Economía y Hacienda, sólo 4 de los 15 ayuntamientos de la reserva de Urdaibai tienen un PIB per capita superior a la media vasca ( cifrada ahora en 27.153 euros). Gernika y Bermeo, donde se concentran 33.000 de los 43.000 habitantes de Urdaibai, poseen un PIB de poco más de 20.000 euros, o sea un 27% menos. Y otro dato: la renta personal disponible (el dinero líquido de la nómina) está por debajo de la media de Euskadi en todos los municipios, salvo en Arratzu y Arteaga. Gernika tiene seis puntos menos y Bermeo está un 17% por debajo.

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Por todo esto, a muchos vecinos de Urdaibai el proyecto del museo Guggenheim apenas les altera. "El futuro de la comarca no pasa por ese museo", apunta Iñaki Uribarrena, del sindicato CC OO y miembro del Consejo de Cooperación (el órgano asesor del Patronato de Urdaibai que aglutina a colectivos sociales). "Si se tiene voluntad de desarrollar la comarca, debe implantarse un parque tecnológico", asevera.

El declive industrial no ha tenido alternativa y, además, la reserva de la biosfera ha fracasado en lo que es uno de los dos pilares de estos espacios protegidos: el desarrollo socioeconómico. En 1998 se aprobó un plan que nunca se ejecutó y el pasado año se ratificó otro por el anterior ejecutivo que fue denostado por casi todos y va a ser cambiado por el nuevo gobierno.

"La gente se tiene que ir fuera de la comarca e incluso fuera de Euskadi en busca de trabajo. No hay más que ponerse en la salida de Gernika a las 8 de la mañana para ver las colas de vehículos que salen a diario", afirma Rafael Ensunza, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gernika y, seguramente, el mayor experto en todo lo relacionado con Urdaibai. "El sector del metal y el empleo estructural se ha ido al carajo y los alcaldes no han sabido ponerse de acuerdo en remar en una dirección", opina.

El alcalde de Gernika censura a las instituciones supramunicipales. "Si la inversión en Vizcaya hubiese sido equitativa no estaríamos así. Todas las grandes inversiones se han ido al área metropolitana".

El alcalde de Bermeo recalca que los residentes "queremos seguir viviendo de la economía" y culpa de la parálisis al Patronato de Urdaibai, el órgano que gestiona la reserva. "Muchos proyectos estratégicos se han ido o se han visto retrasados por el Patronato", dice Xabier Legarreta, quien admite que le produce "cierta gracia el eco mediático" del proyecto del Guggenheim. "Los cargos públicos del PNV de Busturialdea presentamos en 2007 un manifiesto de revitalización, con el museo pero también con infraestructuras viarias, la potenciación del turismo, la mejora del ferrocarril y la creación del polígono comarcal".

Gorroño cree, al hablar del museo, que cualquier inversión es buena "pero el Guggenheim no es suficiente. Ha servido para que al fin sonaran las alarmas. Hace dos años y medio ya dije que la comarca estaba abandonada. Han pasado muchos años perdidos pero hay solución. La apuesta de una industria limpia es fundamental y estamos trabajando en gestionar un polígono industrial ordenado en Gernika".

Rafael Ensunza ve al Guggenheim como un elemento tractor "pero lo que crea empleo es la industria" y aboga por crear uno o "los polígonos industriales que hagan falta". El sindicalista Iñaki Uribarrena cree que el declive tiene como responsables a "quien ha gobernado la comarca, la provincia y el país es estos 25 años" y apuesta por el polígono comarcal proyectado en Muxika, "que fue un acuerdo político de PNV, EA y HB". "¿El Guggenheim? ¿Para qué? Si esos 130 millones se destinan en la industria, se genera riqueza".

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