¿Qué le pasa a Toyota?
El grupo japonés revisa 8,7 millones de coches y ya ha retirado otros 10 millones por fallos técnicos
"No se desespere con nosotros, trabajamos duro para arreglar las cosas". Toyota ha usado estos días la red social Twitter para dirigirse a algunos de los 8,7 millones de compradores de coches que ha llamado a revisión. Vehículos que pueden tener errores en el pedal de aceleración, por atorarse con la alfombrilla. O en el pedal de freno. O, el último caso conocido, en el sistema de dirección. Más de 10 millones han sido ya retirados del mercado. Y Toyota, líder mundial en ventas desde 2007, ofrece la revisión gratuita.
Pese a la contundencia de estas acciones, Toyota tardó en reaccionar. Los anuncios para inspeccionar cada vez más coches no han dejado de gotear desde septiembre de 2009, tras un accidente en el que murieron cuatro miembros de una familia cerca de San Diego (California). Además, la empresa modificó en sus fábricas y en secreto los frenos de uno de los modelos afectados -los Prius, la joya híbrida de Toyota, el coche más vendido en Japón el año pasado-, antes de anunciar que retiraba medio millón de unidades. El grupo retomó sus ventas en EE UU en febrero y sin avisar. Todos estos contratiempos ajan la prominencia tecnológica del país del Sol Naciente.
Malas perspectivas
La mala racha de Toyota, a la que se culpa de 19 muertes por accidentes de circulación en EE UU, empaña sus perspectivas para 2010 y alimenta los escrúpulos hacia el auto nipón. "Lo preocupante no es el coste de la retirada -2.000 millones de dólares (casi 1.500 millones de euros), según la entidad- ni una sanción que estudia el Gobierno de Barack Obama, sino el coste a largo plazo", comenta el analista Antonie Currie en su blog. Cuesta abajo en la Bolsa desde enero y aún sin resultados conocidos, el portal edmunds.com prevé que sus ventas caerán un 11% en febrero. Agencias como Moody's, Fitch o Standard & Poor's han amenazado con degradar la calificación financiera de la automovilística.
De creer a los competidores, los males de Toyota son nefastos para el sector. Koichi Kondo, vicepresidente de Honda, reconocía hace pocos días el "impacto negativo sobre la fiabilidad de los vehículos japoneses". Dos días después Honda pidió examinar 437.000 de sus coches. A Kondo le secundan otras compañías. Como Masao Omichi, director ejecutivo de Mitsubishi Motors: "Toyota es un símbolo. Este asunto puede oscurecer la imagen de todos". Akio Toyoda, patrón de Toyota, confirmó el viernes que si se lo pedían asistiría al Congreso de EE UU para rendir cuentas de los fallos. Hace una semana invocó el perdón. "Toyota no es Dios", se excusó. "Pero créanme, estos coches son seguros", añadió.
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