El 'doble' de Xavi

Catorce chavales del Albacete Balompié llegaron en el verano de 2007 al Villarreal en una transacción que esquilmó parte de la cantera del club manchego y le reportó a cambio un millón de euros. Dos años y medio después, pocos chicos de aquel paquete permanecen en los equipos inferiores del castellonense. "Estamos Mario y yo en el B y alguno en el C". Quien habla es Javier Magro Matilla (Quero, Toledo; 1988), fino centrocampista organizador que, con su estético juego, representa la esencia de lo que la entidad amarilla ha sido, es y pretende ser desde la base.

Ausente Bruno por sanción, Matilla dará hoy un nuevo salto al primer conjunto del Villarreal ante el Athletic y se perfila como titular al lado de Senna. Al hispano-brasileño le tocará esforzarse en las labores defensivas. La creación quedará en los pies de Matilla, al que muchos comparan con el barcelonista Xavi. "Son palabras mayores. Es el mejor organizador. Sin duda, el mejor referente. Guardiola fue mi ídolo y ahora lo es Xavi", matiza Matilla, que confiesa que se fija en sus movimientos e imita alguno de sus gestos, como el girar sobre sí mismo cuando le presionan. "Tengo un físico parecido al de él e intento sacarle el máximo provecho", precisa quien está en la agenda de Alex Ferguson para el Manchester United: "Me enteré de ello por la prensa y por ciertos comentarios de mis representantes".

Matilla dio sus primeras patadas a la pelota en Alcázar de San Juan. A los 15 años fichó por el Albacete y tres después, tras ganar la Copa del Rey de juveniles, llegó al Villarreal: "No tuve ninguna duda. Es un club que va bien a mis características". ¿Cuáles son? "Me gusta tener el balón y distribuirlo. No soy ni muy rápido ni muy lento. Tengo buen pase en corto y en largo y, técnicamente, se puede decir que soy bueno", apunta sin falsa modestia a pesar de su apariencia tímida.

La temporada pasada, Manuel Pellegrini le hizo debutar en Primera ante el Almería. El Villarreal perdió y Cazorla se lesionó de gravedad. Volvió al filial y lideró el ascenso a Segunda. En la presente, Ernesto Valverde no le dio bola pese a que el filial ganaba y gustaba con él como director. Ahora, la llegada de Juan Carlos Garrido ha abierto otra vez la puerta a los canteranos.