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La doble frontera de El Madrigal

Athletic y Villarreal confieren al partido de hoy un carácter casi determinante

Juegan el séptimo contra el décimo y, sin embargo, la trascendencia otorgada por Athletic y Villarreal al partido del sábado (22.00 La Sexta) supera la jerarquía de la clasificación y se adentra en terrenos más trascendentes. El Athletic lleva toda la semana insistiendo en que juega frente a un rival directo por Europa (al que aventaja en siete puntos) y el Villarreal va más lejos. Juan Carlos Garrido, su nuevo entrenador, no duda en calificarlo como "el partido más importante de la temporada". Hay bastantes elementos psicológicos en el asunto. El Madrigal no es un buen destino para el Athletic que ha jugado en diez ocasiones frente al submarino y sólo ha ganado dos, la última vez en 2004, con un gol de Jonan García. Curiosamente, de aquel equipo castellonense no queda nadie en el actual que dirige Garrido. Etxeberria, Iraola, Gurpegui y Orbaiz son los supervivientes rojiblancos. Caparrós sigue fiel a su catón de comportamiento público: silencio sobre su renovación y halagos para el rival. El técnico andaluz entrenará al Athletic la próxima temporada, eso es seguro, ya que ambos liman los detalles que afectan más a terceros en la negociación que a los dos implicados, club y técnico. Seguirán San José y Toquero, sobre todo cuando este último rebaje su productividad dialéctica. Caparrós no dice nada y el Athletic quiere sencillez y mucha tranquilidad. En cuanto al partido de hoy, Caparrós quiere "dar otro pasito", el que no dio en las tres salidas anteriores ante Mallorca, Deportivo y Espanyol donde malgastó sus opciones de aquilatar su buena clasificación.

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El Athletic ha sido ajeno a los resultados inmediatos a la hora de afrontar la renovación de su técnico. A sabiendas de que las acciones en el fútbol son más imprevisibles que el Ibex en tiempos de crisis, García Macua ha separado la continuidad de Caparrós del éxito frente al Madrid o los fracasos ante sus tres últimos rivales en los desplazamientos. El asunto del Xerez amenazaba mayor tormenta social si Llorente no hubiera acudió al rescate de un equipo que volvía a sus malas rachas, a su conflicto de personalidad, a su pasión por la ruleta rusa, que lo mismo pega un tiro al aire que se dispara en el pie.

Para colmo de males, la destitución de Ernesto Valverde desabrochó la boca de los más morbosos. Ni el club ni el entrenador se sintieron, dicen en sus entornos, presionados por esa bola en el ambiente. Todo estaba previsto de antemano y nada aceleró ni dificultó la decisión ya tomada de que Caparrós continúe el único año que moralmente García Macua puede ofrecerle.

En Villarreal no obstante vuelve a examinarse ante un rival que le ha dado el máximo boato el enfrentamiento. Garrido, sustituto de Valverde, ha empezado a tomar sus propias decisiones, entre ellas suprimir las concentraciones del día previo al partido. La imagen de Guardiola es alargada. Y a partir de ahí todo son llamamientos épicos: "Estamos a la puerta de hacer una temporada mediocre o de hacer historia", dijo Garrido refiriéndose a la posibilidad de descolgarse en la Liga y la opción posterior de "ganar la Liga Europa", en la que también compite el Athletic.

Pires ha seguido el marchamo del entrenador: "Mañana `por hoy] empieza una nueva Liga para nosotros", ha afirmado el centrocampista francés. Caparrós, que no es hombre dado a las peroratas ni a los ejercicios dialécticos, reduce su discurso a recordar a los suyos que "la consecución de 33 puntos nos debe dar confianza".

Para el partido no podrá contar con los lesionados Yeste y Díaz de Cerio. El primero recibió un golpe involuntario de San José en un entrenamiento que el centrocampista lo pagó después con la valla publicitaria. Su cabreo es una buena noticia para el Athletic. Yeste quiere jugar y cuando no puede se enfada. ¿Qué mejor noticia para un equipo? La mala sería la otra.

Caparrós sabe que en Villarreal se juega una muesca más de la temporada. El Villarreal quiere ganar para seguir mirando hacia arriba; el Athletic, para no conformarse con vivir a salvo de los de abajo. Quizás la doble frontera de El Madrigal sea cierta. Para el Athletic y para el Villarreal. Para Caparrós y para Garrido.

Caparrós da instrucciones a Toquero, con Muniain a su lado, en un partido en San Mamés.
Caparrós da instrucciones a Toquero, con Muniain a su lado, en un partido en San Mamés.TXETXU BERRUEZO

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