La transformación del chico "pesado y lento"

El All Star, el gran partido de las estrellas, será el domingo, pero la fiesta empieza ya con un aperitivo en el que intervienen jugadores próximos al estatus de líder que venera la NBA ese día y que perfilan el futuro de la competición. Uno de ellos es Marc Gasol, que formará parte de la selección de sophomores o jugadores de segundo año en el partido ante los rookies o novatos, en el American Airlines de Dallas (3.00 de esta próxima madrugada, hora española, Cuatro y Canal+ Deportes). Eso si no lo impide la intensa nevada que afecta a buena parte de Estados Unidos, incluida la ciudad tejana y que obligó a cancelar ayer una importante cantidad de los vuelos. El mediano de los Gasol ha mejorado a ojos vista su físico, sus estadísticas -tres puntos y dos rebotes más de media por partido que la temporada pasada- y su liderazgo en un equipo, los Grizzlies de Memphis, que olvida sus últimos miserables años y llama a la puerta de los play offs.

"Es un líder, le gusta asumir protagonismo", dice Pedro Martínez, su técnico en Girona

Menos de una temporada y media le ha bastado a Marc para revertir el cúmulo de defectos que figuraban en los informes de algunos ojeadores de la NBA. Uno de esos informes, cuando Marc todavía jugaba en 2008 en el Akasvayu Girona, dejaba pocas esperanzas para el futuro del español fuera de Europa: "A diferencia de Pau, Marc no es un jugador atlético. Piernas pesadas, necesita mejorar su velocidad de pies para jugar en la NBA. Le falta fluidez en sus movimientos, un poco mecánicos. Debe trabajar en su peso corporal, excesivo. Carece de la explosividad necesaria para ser un buen taponador en la NBA. No es muy buen reboteador cuando está fuera de posición. Le falta rapidez en los movimientos laterales y, a pesar de que ha mejorado mucho en defensa, le cuesta defender a los pívots más atléticos y llegar a las ayudas. Sus movimientos en ataque son lentos y eso permite a los defensores recuperar pronto. Tiene que aprender a ejecutar movimientos más decisivos. Puede ser propenso a cometer faltas". En un año y medio, los ojeadores deben de carcajearse de sus propias observaciones.

Pedro Martínez dirigió a Marc en su etapa en el Akasvayu Girona. El ahora entrenador del Gran Canaria relata la notable evolución del pívot de Sant Boi. "Su principal mejora es física. En los tres últimos años ha cambiado muchísimo, no sólo su peso, que es una obviedad fácilmente demostrable [ha adelgazado más de 30 kilos en los últimos tres años, ahora pesa 102,2 kilos]. Ha mejorado en su rapidez. Es capaz de finalizar contras. Ejecuta movimientos más rápidos en distancias cortas para recibir en mejor posición el balón. Y en defensa, ha progresado en sus movimientos laterales".

Martínez mantiene que el talento es una virtud que siempre ha distinguido a Marc. "Eso es también lo que le ha permitido progresar tan rápido. Incluso es capaz de hacer cosas que en la NBA todavía no ha podido demostrar, como el tiro exterior. Allí no se lo piden pero puede también jugar con eficacia lejos del aro. Cuando estaba con nosotros, a veces salía fuera de la zona para repartir juego o para culminar con un tiro exterior. Lo que sucede es que donde es excepcional es cerca de la canasta y está cubriendo las etapas de una manera lógica y coherente. Al respecto, en casa tiene un buen ejemplo", agrega en referencia a su hermano Pau, que cumple su novena temporada en la NBA.

Pedro Martínez hace énfasis en otra cualidad relevante en su ex pupilo. "Es un líder. Posee esa mentalidad. Le gusta asumir protagonismo. Estoy seguro de que en Memphis su opinión es muy valorada y respetada dentro del vestuario. Forma parte de su carácter. Si observa cosas que no funcionan, no las deja pasar. Asume la responsabilidad. Es un ganador". En eso está Marc, que ha dejado de ser aquel chico pesado y lento en quien no creían los ojeadores de la NBA.