López y Bilbao reanudan su polémica por el Guggenheim

No se citó expresamente, pero nadie dudó de que se referían al proyecto del nuevo Guggenheim en Urdaibai. Y quedó bastante claro que todavía persisten serias diferencias sobre este asunto entre el lehendakari, Patxi López, y el diputado general de Vizcaya, José luis Bilbao, quienes ayer coincidieron en la colocación de la primera piedra de la Línea 3 del metro de Bilbao.

Los discursos fueron mucho más allá de lo protocolario cuando Bilbao pidió consensos "en otros temas que hoy no vienen a cuento" y pidió abandonar el "regate en corto". López respondió en tono solemne, tras concluir las palabras que había preparado sobre el metro, al exigir un "debate serio y profundo" y evitar "imposiciones de parte que determinen el futuro de todos".

La Diputación espera respuesta a su carta y acepta hablar con Urgell y Unzalu

Lo que iba a ser un acto de puro formalismo tuvo así su momento de polémica política. Bilbao, quien llegó a pedir "perdón" por su disertación, recordó que en la construcción del metro "hubo debates fuertes, incluso subidos de tono" y que en Euskadi se repiten las polémicas estériles y los "noes rotundos y grandes". Luego, en un tono ya más moderado y un intento de acercamiento, el diputado general instó a que se entendieran sus reflexiones "si se quiere como autocrítica".

López recogió directamente el testigo: "El consenso nace, José Luis, de los debates serios. Yo también me quiero alejar de debates estériles, pero es imprescindible el debate serio y profundo de la realidad". Añadió que se deben contrastar modelos y propuestas para alcanzar un acuerdo. "Lo que no se va a aceptar de ninguna manera son imposiciones de parte que determinen el futuro de todos", en una meridiana alusión a las afirmaciones de la Diputación de que está dispuesta a llevar adelante en solitario el museo en Urdaibai.

La institución que dirige José Luis Bilbao quiere aparcar la controversia, según aseguró ayer un portavoz. La Diputación espera aún la respuesta del Gobierno a la carta que Bilbao le remitió la semana pasada pidiendo abrir una negociación sobre el proyecto. "Que [la respuesta] sea en otra carta o por teléfono y confiamos en que así va a ser", agregó. La institución foral, en otra muestra de que ha atemperado su postura, no pone objeciones a los interlocutores que el lehendakari ha designado para este asunto: las consejeras de Cultura y Medio Ambiente, Blanca Urgell y Pilar Unzalu, respectivamente. "Estamos abiertos al acuerdo", recalcó Bilbao.

En lo que no existe la menor discrepancia es sobre el metro, que sigue su desarrollo. En el acto de ayer se colocó la primera piedra de la Línea 3, que unirá Etxebarri y el barrio bilbaíno de Matiko a través de siete estaciones. Costará 185 millones, financiados a partes iguales por el Gobierno y la Diputación.

Las obras de la Línea 3 se hallan en marcha desde el pasado verano en el tramo Etxebarri-Txurdinaga, el más largo, con 2,6 kilómetros, y un presupuesto de 64,3 millones. La primera piedra de ayer corresponde a los siguientes tramos que se acometerán: Txurdinaga-Casco Viejo y el de Matiko, con un presupuesto conjunto de otros 63 millones.

La ampliación del principal medio de comunicación de Euskadi (unos 86 millones de viajeros anuales) proseguirá con las líneas 4 (los barrios periféricos de Rekalde y Txurdinaga) y 5 (hasta Galdakao), aún sin los proyectos del trazado.