Berlusconi reparte la herencia
Il Cavaliere reúne a sus cinco hijos para distribuir negocios y propiedades
Silvio Berlusconi reunió a sus hijos el martes pasado en Villa San Martino, su residencia de Arcore, cercana a Milán, para asegurarles un reparto equilibrado de poderes dentro de las empresas que forman su imperio. Si la presencia de Marina (43 años) y Pier Silvio (40) es habitual en los almuerzos de los lunes, que reúnen a la cúpula directiva del grupo empresarial, la asistencia de los más pequeños, los tres hijos de Veronica Lario, lo es mucho menos.
Anteayer, junto a sus hermanos mayores, Fedele Confalonieri, administrador de Mediaset; Pasquale Cannatelli, administrador de Fininvest; el asesor Bruno Ermolli, y el abogado Niccoló Ghedini se sentaban en la mesa Barbara (de 25 años) y Eleonora (23). Sólo faltaba Luigi, el pequeño, de 21, que estaba de exámenes en la Universidad Bocconi de Milán.
El divorcio de veronica lario precipita el nuevo orden empresarial
Marina y Pier Silvio ya trabajaban con su padre; ahora se unen los tres menores
Tras la petición de divorcio de Veronica Lario, Berlusconi quiere que sus hijos se mantengan unidos. "No es el momento de separaciones", dijo según Il Giornale, el periódico de la familia. Y, aunque días antes había desmentido que en esa comida se fuera a tratar de la herencia, lo cierto es que todos los medios hablan de asignación de roles para cada uno de sus descendientes.
Todos tienen algo más del 7% de Fininvest y una fortuna valorada entre 70 y 100 millones de euros procedentes de los dividendos del grupo. Sin embargo, unos tienen mucho más poder que otros.
Marina es presidenta de Mondadori y Fininvest, y Pier Silvio, vicepresidente de Mediaset. Los tres más pequeños todavía no ostentan cargos en las empresas, a excepción del de consejeros.
Silvio Berlusconi descartó ayer que Barbara vaya a entrar en Mondadori para trabajar con Marina aunque se dice que, últimamente, la relación entre las hermanas parece haber mejorado. Eleonora, licenciada en Economía, ha empezado a hacer prácticas en Fininvest y su destino podría estar en la productora Endemol. Luigi, gran aficionado al fútbol, desembarcaría en el Milan o en la sociedad que gestiona el patrimonio de la familia, Mediolanum.
Con esta estrategia, Berlusconi quiere acabar con las continuas especulaciones sobre el futuro de sus hijos. El primer ministro dice que está "cansado" de que la prensa airee sus asuntos familiares y afirma que con Veronica no hay ninguna guerra, que "es un divorcio como cualquier otro".
Pero con mucho más dinero de por medio. Al menos 4.000 millones de euros en acciones de Mediaset, Mondadori, Mediolanum y Mediobanca y otros 4.000 líquidos o en reserva de balances.
A todo ello hay que añadir un patrimonio inmobiliario que va desde la isla caribeña de Antigua hasta Cerdeña, pasando por Suiza, Roma y Milán.
Hace pocos días, Silvio Berlusconi inauguró su última compra: Villa Gernetto, una mansión del siglo XVIII situada en Lesmo - en la provincia de Monza, a unos 40 kilómetros de Milán-, que ocupa una superficie de unos 350.000 metros cuadrados y que albergará, además de su lujosa residencia privada, la universidad del pensamiento liberal.
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