Un ataque falto de oxígeno
Forlán es el jugador que más minutos acumula en el Atlético y Simão el que más partidos
Por más que el Atlético se juegue mañana su primera final de Copa en diez años, Quique Flores ya prepara la visita, el domingo, del Barça. La primera consigna para hincar el diente a la retaguardia azulgrana, rota por las bajas de Alves, Piqué, Márquez y Touré, es dar aire a Forlán y Agüero. Fieles a su fama, el uruguayo y el argentino ya fueron decisivos en las últimas dos goleadas (4-3 y 4-2) al equipo catalán en el Calderón: en la primera se repartieron los goles por igual y en la segunda anotaron uno por cabeza y el casillero lo completaron Maxi y Puyol con un tanto en propia puerta.
A la relajada sesión de trabajo de ayer sólo faltaron Domínguez, Forlán y Simão, que trabajaron en el gimnasio. Mientras el defensa no se ha perdido un solo minuto en los 11 partidos que el Atlético ha disputado en 2010, el extremo portugués es el único, junto a Jurado, que no ha faltado a ningún encuentro en toda la Liga (1.634 minutos, a una media de 77m 48s). Y, con Reyes renqueante, no se prevé un descanso a corto plazo.
El Kun, menos cansado
El caso de Forlán es más extenuante, ya que es el que más tiempo arrastra -1.658 minutos, a 87m 12s, en 19 encuentros, todos salvo uno en el once inicial-. El Matador, que con Simão es uno de los diez jugadores que, entre todos los equipos, más han actuado hasta ahora, es el máximo goleador rojiblanco en la Liga: nueve goles, tres menos de los que contabilizaba a estas alturas el curso pasado o el de 2004-05, en los que fue bota de oro.
Agüero, el séptimo más utilizado de la plantilla, está más dosificado (1.285 minutos en 18 duelos, 13 como titular) porque sus problemas musculares le impidieron jugar casi todo diciembre. "Los compañeros me piden que me tire más cuando me dan patadas, pero no sé porque aprendí en la calle a aguantarlas", dice el Kun, más mimado por Quique que Forlán, al que sigue otorgando el oxígeno justo.
Por eso todo apunta a que mañana el preparador dé carrete a Agüero -"cada vez que la pifiamos nos meten un gol", también dejó caer- y reserve al charrúa al menos de inicio, posibilidad que sólo se ha planteado en todo 2010 en la ida copera contra el Celta. "Hemos abusado de Diego, pero ahora con Ibra tenemos un delantero de refresco. Sinama no aprovechó su ocasión", dice el cuerpo técnico.
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