Archivada la denuncia de los funcionarios vigilados con cámara oculta

Hace hoy un año, una empleada del Ayuntamiento de Fuenlabrada descubrió una cámara instalada en el falso techo del departamento de recursos humanos. Estaba allí para vigilar a los trabajadores, o, más concretamente, para descubrir a un ladrón de expedientes. El Juzgado de Instrucción número 3 de Fuenlabrada archivó ayer la denuncia presentada por los empleados basándose en un informe de la fiscalía que determina que no se han podido acreditar fines ilegítimos en la colocación de la videograbadora.

El informe da la razón a los trabajadores al acreditar que se instaló la cámara dirigida hacia unos archivadores y una mesa del departamento de recursos humanos sin ninguna señal que advirtiera de su funcionamiento. Aun así, la fiscalía concluye que no hay ningún argumento penal para perseguir a José Luis Cano, jefe de la Policía Local y responsable de la colocación de la cámara. Para ello se apoya en la jurisprudencia existente, que delimita que las mesas de los funcionarios no son lugares donde éstos desarrollen su privacidad. Cano reconoció desde el primer momento ser el responsable de la vigilancia; la fiscalía resuelve que sólo él tenía autorización para haber visto las imágenes grabadas. En la investigación del fiscal también se concluye que ni el alcalde ni los concejales tenían conocimiento de la operación.