¿Terroristas o contrabandistas?

La tranquilidad se ha roto en los pueblos del término municipal de Óbidos con el descubrimiento de un arsenal etarra. La actividad policial había aumentado en este remanso de paz durante las últimas semanas, con la presencia de controles de la Guardia Nacional Republicana (GNR) en varias carreteras. Algunos vecinos atribuyen esta vigilancia a la presencia del contrabando en la zona. Víctor vive con su familia en el vecindario de Senhora da Luz, a un kilómetro de Casal de Avarela.

Una mañana del mes pasado fue al bosque con su camioneta en busca de leña. La sorpresa fue mayúscula cuando inesperadamente se encontró con dos furgonetas y tres encapuchados que trasladaban material de una a otra.

Víctor dio media vuelta pero no fue muy lejos. Un tercer vehículo, con otros dos encapuchados, le cerró el paso. Hablaban portugués. No hubo maltrato, le dejaron hacer su trabajo, recogió leña bajo la atenta mirada de uno de los tipos y se fue por donde había llegado. Contó lo sucedido a la familia y dos días después acudió a la Policía Judicial, cuyos agentes tomaron nota de la denuncia y le aconsejaron no contar nada a nadie.

Un hermano de Víctor comentó el caso en el bar de Senhora da Luz. Este corresponsal contactó por azar con uno de los testigos, que facilitó las señas del afectado. El encuentro con Víctor comenzó con la rotunda negativa a contar nada. "Todo lo que tengo que decir lo sabe la Policía Judicial". Poco a poco el diálogo mejoró de aspecto y, finalmente, el relato fluyó nítidamente. ¿Eran etarras? "No tengo la menor idea. Sólo sé que hablaban portugués y que me llevé un buen susto".

Es más que probable que el episodio que vivió el vecino del barrio Senhora da Luz tuviera que ver más con actividades del contrabando o de traficantes de drogas, que con miembros de ETA. Pero después de lo ocurrido en la tranquila Casal de Avarela ninguna opción es descartable. Lo cierto es que en las últimas semanas la GNR instaló controles en la zona.