Redada en la Cañada Real
La policía detiene a 33 personas acusadas de robar en viviendas - Los ladrones hacían saltar las cerraduras con un plástico duro
A las seis de la madrugada de ayer un amplio dispositivo policial se desplegó por la Cañada Real Galiana. Cuando aún no había salido el sol, los agentes, entre ellos especialistas del Grupo Especial de Operaciones (geos), se colocaron en los puntos estratégicos para entrar a primera hora en seis chabolas de la zona. El motivo: la desarticulación de una banda organizada de gitanos procedentes de Serbia, Croacia y Montenegro. Su especialidad era el robo en el interior de pisos. Acabada la operación, la policía trasladó a 33 adultos y se hizo cargo de 40 menores que también participaban en los asaltos, según fuentes policiales.
Estas detenciones se enmarcan en la segunda parte de la llamada Operación Yugoslavia 2, continuación de otra iniciada a finales de la pasada primavera. En aquella ocasión fueron arrestadas 42 personas, 18 de ellas mujeres, a las que les imputaron robos en 500 viviendas de toda la región.
Los vecinos se llevaron todo lo aprovechable de las chabolas derruidas
Las detenciones de ayer se produjeron, además de en la Cañada Real Galiana, en una vivienda de Alcalá de Henares y en otra del distrito de Usera. Los agentes del Grupo XI de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, especializados en la lucha contra el robo de viviendas, empezaron sus investigaciones a principios de febrero, tras detectar un incremento de robos en casas. La forma de actuar de los asaltantes era siempre la misma. Utilizaban el llamado método del resbalón, que consiste en abrir las puertas de acceso a los pisos con un plástico duro, como una radiografía o un pedazo de una botella de refrescos. Estaban pendientes de que las familias llevaran a sus hijos al colegio y aprovechaban ese tiempo para colarse en las casas y sustraer todos los objetos de valor que podían. La policía cree que iniciaron sus actividades delictivas el pasado diciembre.
En la operación de ayer participaron geos, ya que algunas infraviviendas de la Cañada Real se hallaban en zonas de difícil acceso. Además, los investigadores temían que los policías fueran descubiertos antes de entrar en las chabolas. Fuentes de la investigación relataron que no se habían registrado incidentes destacados y que los acusados no pusieron resistencia a la detención. Ninguno de ellos iba armado.
Los vecinos de los detenidos se quedaron sorprendidos por el despliegue policial que había desde las seis de la madrugada. "Era gente que no daba problemas. Ni ruidos ni nada de eso. Eso sí, no hacía más que entrar y salir gente de las casas. Siempre había mucho trajín", explicó un vecino de los detenidos.
Los supuestos autores de los robos residían en la Cañada Real desde hacía un año, aproximadamente. Habían alquilado las chabolas a un español. Además, también disponían de autocaravanas en las que se alojaba parte de la familia.
La Policía Municipal de la capital también se desplegó por la zona y ayudaron a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. En particular, se hicieron cargo de los 40 menores que eran hijos de los detenidos. Fueron trasladados al Grupo de Menores (Grume) de la Jefatura Superior de Policía. La Comunidad de Madrid tendrá que abrir un expediente ante la posibilidad de que tenga que tutelar a los niños que queden desamparados al estar sus padres o familiares ingresados en prisión.
Una vez que fueron desalojadas las chabolas, unas máquinas excavadoras entraron en la zona y las tiraron abajo. También abrieron varios boquetes en el suelo con la intención de impedir que alguien pueda levantar de nuevo infraviviendas. Al poco de irse los operarios, los vecinos de la zona se llevaron todos los enseres que eran susceptibles de ser vendidos, en especial la chatarra y los objetos metálicos.
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