El hospital de la Cruz Roja en Vigo cierra por "déficit crónico"
El Sergas pierde 70 camas para pacientes de larga estancia
El Hospital de la Cruz Roja de Vigo tiene los días contados. La ONG presentó ayer un expediente de regulación de empleo para sus 70 empleados que inicia la cuenta atrás para el cierre del centro, que podría consumarse en cuestión de "semanas, meses o en todo caso dentro de este año", según fuentes de la Cruz Roja. Las mismas fuentes subrayaron "la imposibilidad económica" de mantenerlo abierto y a este efecto consideraron "agotadas" las conversaciones con el Sergas, su único cliente.
El hospital, el único de Cruz Roja en Galicia, arrastra un déficit crónico desde hace años. Todos sus ingresos provienen del convenio por importe de 1,6 millones de euros anuales con el Sergas, gracias al cual la sanidad pública gallega ha dispuesto en Vigo de ese cupo de 70 camas para pacientes de larga estancia (más de tres meses). El año pasado, el hospital ingresó un suplemento de 250.000 euros, deparado por la Xunta bipartita pero que no tendrá continuidad en el actual ejercicio y que, en cualquier caso, no cubre el déficit de funcionamiento, de unos 500.000 euros anuales con respecto al convenio. Tampoco se podrían alterar los términos de ese convenio, según admiten las mismas fuentes de Cruz Roja, por cuanto significaría una discriminación con respecto a los que el Sergas mantiene con otros centros sanitarios privados.
El centro necesita 500.000 euros más al año para gastos de funcionamiento
Además, el permanente retraso de labores de mantenimiento y de reformas en el edificio (inaugurado en 1944, con 2.458 metros cuadrados en seis plantas) por falta de fondos para acometerlas ha acentuado el deterioro de las instalaciones. Su puesta al día requiere obras presupuestadas en cuatro millones de euros, que ni la Cruz Roja ni el Sergas se muestran dispuestos a financiar.
La presidenta del comité de empresa, Hortensia Pérez, denunció ayer la "mala gestión" del centro en los últimos años, de la que citó, como ejemplo de "despilfarro", la creación de un centro de día que lleva dos años acabado sin que haya sido abierto. El comité, según su presidenta, viene pidiendo desde hace años que la Xunta asuma la plena gestión del hospital, tal como se ha hecho en otras comunidades con otros centros de la Cruz Roja, pero "aquí no hay voluntad de hacerlo".
La mayoría de los 70 empleados del hospital tiene edades comprendidas entre los 50 y los 60 años, con más de 30 en el hospital. Además de negociar con ellos el expediente de regulación de empleo, Cruz Roja tramitará en paralelo con el Sergas el traslado a otros centros de los 65 pacientes ahora hospitalizados. Cuando se consume el desalojo, el edificio se dedicará a "actividades propias de la Cruz Roja", según sus fuentes.
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