Las claves del nuevo Schumacher

Mover a Michael Schumacher nunca ha sido fácil. Ni antes de retirarse ni durante el parón de tres años que se ha tomado para volver a correr. Tampoco lo es ahora, cuando comienza su segunda etapa en la fórmula 1, esta vez al volante de un Mercedes. Acaba de cumplir 41 años y su aspecto físico es inmejorable. El pasado lunes demostró que ha recuperado la voracidad. Rebajó en seis décimas de segundo el tiempo conseguido por su compañero, Nico Rosberg, y eso motivó que Rubens Barrichello, eterno escudero del alemán en Ferrari, ahora en Williams, le diera un consejo a éste. "Que se largue de ahí cuanto antes. Si uno es capaz de ser campeón estando al lado de Schumacher, puede hacerlo en cualquier lado", dijo Rubinho.

Había mucha expectación acerca de cómo el cuerpo de Schumacher iba a digerir la primera sesión de ensayos, la del lunes: dio 40 vueltas al circuito Ricardo Tormo. Por eso decidió acudir a Cheste (Valencia) con Johannes Peil, su médico personal, y el equipo de fisioterapeutas que siempre le han tratado, cuando competía y cuando dejó de hacerlo.

Superado el primer día de pruebas, Peil reconoció ayer que Schumacher está en forma y, aún más importante que eso, que la lesión que arrastraba en la base del cráneo por una caída en moto, la que este verano le impidió subirse al Ferrari de Felipe Massa cuando el brasileño fue baja por el accidente de Hungría, ya está olvidada.

Cuando Ross Brawn le convenció para que volviera a correr, Peil elaboró para Schumi un programa de entrenamiento y tratamientos médicos, un plan progresivo que ha ido ganando intensidad y que ahora ya marcha a todo trapo.

- Recuperación del cuello. Según las declaraciones que hizo Schumacher el lunes al bajarse del coche, la lesión ya está curada. "Hemos trabajado la zona con una máquina específica que genera las fuerzas que los pilotos soportan en el habitáculo. Pero también sin máquina, con los fisioterapeutas, forzándole el cuello con las manos para imitar las fuerzas diagonales que las máquinas no pueden realizar", explica Peil.

- Trabajo muscular. A pesar de estar retirado los tres últimos años, Schumacher no ha dejado de entrenarse, ir al gimnasio, salir en bicicleta y recibir tratamiento médico. "Michael se ha seguido preparando como siempre, con una intensidad un poco menor y sin el estrés de las carreras. Eso ha sido básico porque lo ha hecho todo más fácil. Habitualmente, se ejercita entre cuatro y seis horas al día. Sólo hay que ver cómo está", afirma el doctor, que ha aumentado sus cargas de trabajo a medida que se acercaba el momento de subirse de nuevo al coche. "Hemos implantado el programa poco a poco. Primero, con poco peso y esfuerzo. Luego, lo hemos ido subiendo con los días. Ahora ya vuelve a ir a tope, al máximo", ahonda.

- Fisioterapia. Schumi recibe a los fisioterapeutas dos veces al día, siempre bajo la supervisión de su médico de confianza. En Cheste lo hace en el motorhome que su nuevo equipo le ha preparado. "Un deportista siempre tiene que atender su cuerpo y, en especial, sus músculos. Estos tratamientos son básicos porque ayudan a prevenir las lesiones. Trabajamos mucho la zona del cuello, los hombros, la espalda y las rodillas. Con un entrenamiento físico tan severo, después hay que destensar toda la zona afectada", comenta Peil.

- Alimentación. Además de ser un conductor de primera, Schumacher es también un sibarita. En ese sentido, Peil ha configurado una dieta específica con un objetivo concreto. "Queríamos conseguir un buen tono muscular, pero, a la vez, perder un poco de peso. Por eso diseñamos una dieta a base de proteínas. A él le encanta la pasta, pero a veces hay que darle una patada si quieres perder peso", puntualiza el doctor, que también se encarga de supervisar la preparación del equipo Volkswagen que recientemente ha participado y ganado el Rally Dakar. A pesar de haberse marchado de Ferrari por una puerta lateral para fichar por Mercedes, el siete veces campeón mundial sigue pensando que no hay mejor sitio para comer en el paddock que la carpa de la scuderia. Así lo hizo ayer. De primero se comió un solomillo y de segundo un platito de pasta. No hay que alarmarse. Hoy volverá a rodar y lo quemará todo.