Cambio de escena en los centros privados
Los cierres y aperturas de hospitales y clínicas en Vizcaya marcan un nuevo orden en la oferta - Se auguran pugnas por la captación de clientes desde las aseguradoras
El organigrama sanitario privado vizcaíno afronta una etapa de cambios. La provincia más poblada de Euskadi, donde el 23% de la población es contratante de una póliza, ha sido el territorio en el que más incidencia han tenido algunos movimientos durante los últimos meses que, en forma de cierres y aperturas de centros sanitarios, auguran una progresiva reubicación de sus agentes a la espera de la consolidación de las diversas ofertas. Resulta evidente, además, una creciente tendencia a concentrar todos los niveles asistenciales en un único gran hospital en lugar de dispensar la atención sobre las distintas áreas médicas en equipamientos diferenciados. Ejemplo de ello es el recién inaugurado Hospital Quirón de Erandio y el futuro gran centro sanitario del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ), que abrirá sus puertas en Zorrozaurre a finales de 2011. Ambos aglutinan un amplio abanico de servicios muy similares que se complementan con los que ofrecen en las otras provincias vascas. El grupo sanitario aragonés, eso sí, es el único que cuenta con una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales fuera del ámbito público en Euskadi.
"Ahora hay nuevos planteamientos estratégicos", reconoce DKV
El hecho de que Quirón tenga conciertos con la mayoría de aseguradoras que operan en Vizcaya salvo con el IMQ, mayoritario en el territorio -y que no descarta formalizar un acuerdo con el nuevo centro sanitario en un futuro- contribuirá a modificar el actual escenario, que ya sufrió un primer revés con el anuncio del cierre de la clínica San Francisco Javier, especializada en Ginecología y Obstetricia, propiedad de Mapfre, aunque abierta también a asegurados del Igualatorio y Sanitas.
Pese a que confía en que sus clientes "entiendan" que el Igualatorio se halla en un proceso de transformación que le obliga a centrar sus recursos en su propio desarrollo, el director del área asistencial del IMQ, Mitxel Duñabeitia, reconoce que el nuevo panorama podría hacerles perder algunos clientes. De hecho, admite que la aseguradora hubiese preferido que la apertura de Quirón en Erandio "no se hubiese producido en este momento", aunque, ahora bien, el Igualatorio "no planea" desarrollar estrategias para retener a sus contratantes de pólizas.
Muy al contrario, Duñabeitia opina que, en todo caso, serán otras aseguradoras las que deban desplegar sus armas para ganar posiciones en un mercado donde el IMQ, propietaria de la clínica Virgen Blanca y la Vicente San Sebastián, es, además, firmante de conciertos con todas las demás clínicas privadas vizcaínas. Así, ostenta una penetración muy elevada -aglutina entre el 70 y el 80% de los contratantes de pólizas de Vizcaya-.
Pese a todo, el panorama se presenta cada vez más competitivo y el reajuste de la demanda se antoja obligado. "El panorama va a variar. Las cartas del juego han cambiado y existen nuevos planteamientos estratégicos que nos llevarán a un nuevo escenario", apunta Miguel Ángel Olondriz, director territorial de la aseguradora DKV en el País Vasco, Navarra y Cantabria, y director de la sucursal de San Sebastián.
La adaptación a las sucesivas condiciones del mercado llevó al IMQ a permitir que pacientes de otras aseguradoras, como Sanitas, Adeslas y Mapfre, pudieran beneficiarse de sus instalaciones y personal a través de diferentes conciertos. De esta forma, por ejemplo, Sanitas y DKV ya ofertaban a sus clientes sus servicios en los dos centros vizcaínos del IMQ, por lo que ahora podrán añadir el hospital Quirón a su cobertura.
El prestigio de la firma y la concentración de sus servicios en un solo centro sanitario puede contribuir a que en los dos años que restan para la apertura del nuevo hospital del IMQ, "se produzca un trasvase de clientes de una aseguradora a otra", apunta Olondriz. "No es posible saber cuánto variará el escenario, pero habrá movimientos", aunque advierte que "no va a ser un camino de rosas. Lo más complicado va a ser captar al mercado cautivo y muy local que depende del IMQ, y que está muy arraigado en la sociedad", señala el responsable de la aseguradora.
El hecho de que el resto de aseguradoras puedan ofertar el Hospital Quirón marca una diferencia asociada a hechos tangibles -"es nuevo, tiene equipamiento de última generación", enumera Olondriz- que se unen con otras "percepciones intangibles", como que el centro sanitario esté situado en las afueras, lo que aporta un plus de "tranquilidad". Asimismo, la fuerte apuesta del grupo aragonés por la ginecología y la obstetricia también le aporta puntos. Y es que la decisión de contratar una aseguradora u otra "suele recaer en la mujer".
En cualquier caso, Olondriz subraya que, más allá de las pugnas entre las aseguradoras, el principal beneficiario de la "evolución" que sufrirá la sanidad privada vasca será "el ciudadano vizcaíno", que agradecerá disponer de una mayor oferta. De hecho, otro posible movimiento que tendrá lugar si ninguna otra empresa o aseguradora formaliza la compra de la clínica San Francisco Javier, que en principio cerrará sus puertas en marzo, es que sus usuarios habituales podrían cambiar de compañía para acceder a la firma creada por el empresario Publio Cordón o permanecer con el IMQ haciendo uso de sus otros centros, que cubren los mismos servicios.
Pese a que en Vizcaya no ha llegado a materializarse ningún acuerdo, prueba de la "magnífica" relación, en palabras de Duñabeitia, que existe entre el hospital Quirón y el Igualatorio es el concierto que sí mantienen, en cambio, con el centro que el grupo aragonés tiene en Guipúzcoa.
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