Álava y Guipúzcoa, el pastel repartido

Guipúzcoa y Álava concentran, según los últimos datos publicados por el Eustat, 110.511 contratantes de pólizas frente a los 266.853 vizcaínos. El aumento del volumen de personas que se acogen al "doble aseguramiento" -el público es para todos- que supone contratar un servicio privado ha sido notable desde 2001, cuando bajó de los 300.000 por primera vez desde 1993. A diferencia de lo que ocurre en Vizcaya, donde IMQ mantiene su hegemonía, los asegurados están mucho más repartidos entre varias compañías: IMQ, Sanitas, DKV y Mapfre.

Guipúzcoa ha visto crecer su red de centros privados (Policlínica Guipúzcoa, el Hospital Quirón y el centro sanitario Virgen del Pilar) con la reinauguración hace un año del Instituto Oncológico, propiedad de la Obra Social de Kutxa, y la ampliación, en 2007, de la Policlínica Guipúzcoa. El hospital público Donostia, muy prestigioso en lo que tratamiento oncológico se refiere, resta un buen número de pacientes a la red privada. En Álava, el IMQ ostenta la propiedad del Hospital San José, y el Centro Amárica. Completa la oferta privada la clínica La Esperanza, de USP. En el territorio alavés no ha habido grandes cambios en lo que respecta a la red privada, que sí presenta algunas deficiencias que sólo compensan los servicios públicos. Por ejemplo, no existe servicio de oncología, partos y la presencia de pediatras privados es escasa. En lo que respecta al área de Obstetricia, las mujeres sí disponen de ginecólogos que sigan el embarazo, pero el parto se deriva a Txagorritxu.

Las únicas modificaciones que se han registrado en el panorama alavés han sido algunos cambios de propiedad. El actual Hospital San José fue adquirido por IMQ a la mutua La Previsora a través de su alianza estratégica con Adeslas.