La Bolsa pierde el 8,31% en enero

La publicación de resultados empresariales no está resultando todo lo tranquila que se esperaba, al menos en el sector bancario. Las fuertes provisiones que las entidades bancarias se están viendo obligadas a efectuar, con mayor o menor urgencia, están provocando grandes turbulencias en la Bolsa española, en la que el concepto riesgo-país ha adquirido una importancia prioritaria.

El Ibex 35 ha perdido en esta semana el 3,74% y cierra el mes de enero con una caída del 8,31%. Ésta es la tercera semana consecutiva de descensos para el mercado de valores español, lo cual ha llevado a algunos analistas a considerar que se ha entrado en una fase de corrección que, no por esperada, ha sorprendido a la mayoría de los inversores.

Para algunos analistas, el mercado español está pagando una penalización por el riesgo-país que al año pasado se pasó por alto, a pesar de que las estimaciones para la economía se conocían perfectamente. En este primer mes del ejercicio, el Ibex 35 acumula la mayor caída entre los principales mercados de valores, con el 8,31% que contrasta con el 5% que pierde París o el 5,85% de Francfort. La comparación es aún peor si se realiza con la Bolsa estadounidense, que perdía algo menos del 3% en la tarde del pasado viernes.

La coincidencia de la mayoría de los mercados de valores en el signo con que han cerrado el mes de enero obedece a cierta revisión a la baja en las perspectivas de los inversores, sobre todo en lo referente a los resultados empresariales. El sector financiero tiene por delante la amenaza de una creciente regulación que, si bien será beneficiosa a medio y largo plazo, se considera como un cambio excesivo de las normas del juego.

El sector financiero español, felizmente regulado desde hace años, no podrá contar con esa ventaja frente a sus rivales, ya que debe hacer frente a importantes provisiones por morosidad que han estado detrás de las fuertes caídas de las cotizaciones sufridas en esta semana.

Con este panorama, no es de extrañar que la publicación de algunos indicadores económicos positivos en Estados Unidos hayan pasado desapercibidos.

Hubo que esperar a la jornada de cierre para que los inversores reaccionaran con el dato preliminar del PIB del cuarto trimestre de 2009, que creció el 5,7% superando todas las expectativas.

Los mercados de valores europeos son los que acumulan las mayores pérdidas en este tramo inicial del ejercicio, algo que parece responder a las dificultades de muchos de los países de la eurozona para ajustar su crecimiento al ritmo medio marcado por los países más industrializados. La pérdida de valor del euro por los problemas financieros de varios países también está afectando a la renta variable, ya que los inversores externos venden a toda prisa ante la depreciación de sus inversiones en la moneda europea.