Oscar quiere un 'lifting'
Adam Shankman, productor con Twitter. Los Oscar siempre han jugado con el secretismo, y desde dentro no se ve con buenos ojos que este año el productor Adam Shankman comente ciertas jugadas en su twitter. Allí ha pedido la opinión del público joven, ansiado por la ABC tras la debacle en audiencia de 2008. "¿A quién queréis ver?", preguntó. Y ellos hablaron: Robert Pattinson, Zac Efron, Vanessa Hudgens y el ganador de American Idol, Adam Lambert. ¿Se convertirán los Oscar en los premios infantiles Nickelodeon?
Presentadores: modernos de vieja escuela. Alec Baldwin goza de una recuperada popularidad en EE UU gracias a la serie Rockefeller Plaza, que le dio un globo de oro, y un éxito en taquilla, No es tan fácil, junto a Steve Martin, copresentador de la ceremonia y zorro viejo en estas lides (se encargó de los Oscar en 2001 y 2003). Tina Fey llegó a sonar como una tercera, pero se quedó en el camino. Si en 2009 Hugh Jackman triunfó como showman todoterreno, este año habrá que esperar menos piruetas y más chistes privados.
Documentales: tú sí, tú no. El género documental cobra importancia, y este año el anuncio de los 15 que pasaban la primera criba para ser nominables sorprendió a muchos. La Academia ignoró a Michael Moore y su crítica al capitalismo (Capitalismo: una historia de amor) y a Anna Wintour y su crítica a todo (The September issue). Sin embargo, la moda sí podría aparecer, pues Valentino: the last emperor, que retrata al hombre que dio su nombre a un tono del rojo, sí está entre los 15 futuribles.
Estrellas: carne de taquilla. Supone una pequeña y tonta victoria personal que esa estrella que admiras en secreto, pero la crítica vapulea, se tome la revancha. Este año puede ser Sandra Bullock, que no sólo ha tenido su mayor taquillazo (The blind side, ambientada en el fútbol americano), sino un globo de oro. Y que una película, Precious, donde aparece Mariah Carey sea favorita en varias nominaciones y una presencia televisiva de cuarta (Mo'Nique) pueda ser mejor actriz secundaria suma emoción a todo esto. Y esperanza para Mariah, claro.
Directores: escenas de matrimonio. Que James Cameron arrase en las nominaciones con Avatar no sorprenderá, pero que Kathryn Bigelow (infravalorada directora de la popular Le llaman Bodhi) pueda hacer lo propio es un hito. No sólo porque En tierra hostil (ver arriba) es una película pequeña, ni porque sólo tres mujeres han estado nominadas a mejor directora (ninguna ganó), sino porque resulta que es la ex mujer de Cameron. Su victoria no sólo será un triunfo del cine; también de la causa feminista.
