Al PSM se le abre otra grieta

Cerca de una veintena de cargos públicos y alrededor de un centenar de militantes socialistas madrileños se reunieron ayer para discutir la manera de gestionar el partido de Tomás Gómez, su secretario general. Los asistentes, entre los que destacaban los diputados regionales Óscar Blanco, Paco Contreras o Javier Gómez, diputados nacionales como Elviro Aranda y los concejales de Madrid Óscar Iglesias, Alejandro Inurrieta y Almudena Fernández, suscribieron un documento, Si cambiamos, podemos, en el que de manera "positiva y sin querer censurar a nadie" piden notables variaciones en el rumbo del Partido Socialista de Madrid.

Los militantes, llegados de 60 agrupaciones distintas, incluyendo pueblos como Orusco o Estremera, se apiñaron en el pequeño salón de actos de la agrupación de Hortaleza mientras los notables del grupo iban tomando la palabra. En total, los asistentes frisaban el centenar. "Todos están de acuerdo con el documento", precisó uno de los participantes. Y por el nivel de asentimiento, esa impresión daba.

Los críticos piden al partido que "respete la pluralidad"

Entre los cambios que desgranan en el texto está la petición de primarias transparentes -Gómez declaró públicamente el pasado viernes que es partidario del sistema de primarias "siempre que haya más de un candidato"- y un cambio de rumbo en casi todos los ámbitos. Los firmantes precisan que no piden las primarias "para ajustar cuentas con ningún compañero ni para crear rencillas internas". Lo que no aclararon los presentes es si conocen a alguien dispuesto a dar el paso de medirse a Gómez en ese invocado proceso de primarias. Ninguno de ellos se postuló como candidato.

"Somos muchos los que creemos honestamente que las cosas se pueden hacer mejor", dice el texto, que a lo largo de sus 16 páginas discrepa con suavidad en las formas y mucha contundencia en el fondo con la labor de Tomás Gómez al frente del partido.

"La estrategia del PSM resulta poco clara para los más informados y desconocida para la gran mayoría de los ciudadanos. Carecemos de un rumbo identificable... Nuestro discurso carece de la eficacia precisa... Las familias vuelven a repartirse los cargos". Estas críticas aparecen ya en el preámbulo del documento, que después desgrana en varios capítulos sus demandas.

Uno de estos apartados está dedicado a la política específica de oposición, y en él se plasma la creencia de los firmantes en la socialdemocracia, la importancia de lo público y la relevancia de la Ley de Dependencia en el discurso socialista.

También se sugiere la creación de un código ético para regular las conductas dudosas en el partido y se concluye con una petición de "libertad para pensar, hablar y decidir". Y animan al PSM a comportarse como "una organización progresista" y, consecuentemente según ellos, debe "alentar al debate, fomentar la participación y respetar la pluralidad".

Otra de las propuestas "para colaborar y en positivo" que hizo suya el centenar de asistentes a la reunión fue la petición de que ningún militante "esté más de dos mandatos en un cargo, así como la no multiplicidad de cargos orgánicos o institucionales".