Vuelve el Guti de siempre

Guti no era titular desde el 28 de octubre, el día del alcorconazo. Manuel Pellegrini le sustituyó entonces en el descanso y, al verse señalado ante sus compañeros, perdió los nervios. Discutió con el técnico y se marchó antes de tiempo al vestuario. El resto ha sido castigo, pérdida de forma y lesiones musculares. Anoche pisó el césped desde el primer minuto y con el brazalete de capitán. Cristiano Ronaldo llevaba sin marcar desde el 19 de diciembre. Se despidió de 2009 con una goleada al Zaragoza. Desde entonces, nada. Lo intentó tantas veces que algunos llegaron a pensar que la obsesión por marcar le creaba ansiedad.

Pues la ansiedad terminó anoche, pero la estropeó con un gesto feo: un codazo en la cara a Mtilga (con ventaja de dos goles en el marcador), que acabó con una nariz rota y tres semanas de baja para el danés.

La ansiedad había terminado en el minuto 35 en una jugada con cuatro toques de primera que empezó, quién si no, Guti. El canterano levantó la mirada en el centro del campo y, con un pase de los suyos, rápido y preciso, eliminó a toda la línea medular del Málaga. Pim-pum, Benzema recibió y, pim-pum, se la pasó a Kaká, que con otro toque de primera lanzó a Cristiano. Tres minutos después, Guti volvió a abrir el campo. Otro pase al pie y otro gol del portugués. El noveno en la Liga. En el Manchester United ya le había pasado. En la temporada 2006-07.

Con los goles de Cristiano y la victoria sobre el Málaga el Madrid cierra la primera vuelta con pleno de puntos en casa. Ha ganado 10 partidos de 10.

También cierra la primera vuelta despidiéndose de un futbolista que llegó en el verano de 2006 con cara de despistadillo y en tres temporadas y media conquistó a todos. Cuarenta y seis goles después (sólo en la Liga), Van Nistelrooy se marcha. Anoche dijo adiós a la afición del Madrid. Cuando pisó el césped, el público se puso de pie para despedirle. Fue la ovación más grande desde la presentación de Cristiano, el pasado 6 de julio. Cuando todos se habían ido, quiso saborear el adiós de forma distinta. Entró al césped con su cámara para llevarse las últimas instantáneas.