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Los agujeros del ladrillo que revela la auditoría

Utilizando términos que habitualmente son tabú para las dos cajas gallegas, la conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, aludió en la presentación de la auditoría independiente a uno de los puntos más críticos en la gestión de ambas entidades: el ladrillo. Colonial, Martinsa-Fadesa, Reyal-Urbis, Nozar, Astroc, Urazca, Tremón, Grupo Lábaro.... Son pocas las grandes inmobiliarias en apuros que no hayan pillado a las cajas gallegas, volcadas en su expansión territorial por España en los alegres años del boom inmobiliario.

Si sonada fue la mayor suspensión de pagos de la historia de España, la de Martinsa-Fadesa, no lo fueron menos las deudas iniciales que declaró con Caixa Galicia y Caixanova, 325 millones y 84 millones de euros, respectivamente. Sucedía en julio de 2008, y desde entonces la bola de nieve no ha hecho más que crecer. Los nueve bancos acreedores de Colonial se convirtieron ese mismo año en accionistas de la firma, entonces presidida por Luis Portillo, con el fin de recuperar parte de los 1.473 millones que en su día le prestaron. Tras un canje de deuda por acciones, la participación de Caixa Galicia quedó valorada en 48 millones y en 26 la de Caixanova.

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El interés de los bancos por salvar Reyal-Urbis, otra inmobiliaria que cayó en el abismo con 5.000 millones de euros repartidos entre 49 entidades acreedoras, tampoco les fue ajeno. En la lista de acreedores, con cantidades que se sitúan entre los 100 y 200 millones de euros, se situaba la primera entidad gallega, mientras que la caja del sur completaba la lista entre las que atesoraban pasivos inferiores a los 50 millones.

También en 2008, el año crítico para las inmobiliarias, el convenio de acreedores presentado por seis empresas del grupo Urazca afectó a 17 entidades financieras con un riesgo total de 246 millones. Caja Laboral, con 47 millones, y Caixa Galicia, con 42,7 millones, encabezaban el pasivo.

La suspensión de pagos de Lábaro y Tremón (en este caso con 47 millones), también afectó a la entidad dirigida por José Luis Méndez. Otro tanto le sucedió con Llanera a la caja presidida por Julio Fernández Gayoso. Y con El Pocero, que entregó a Caixanova 290 pisos en Seseña por no poder pagar el préstamo. En Afirma, antigua Astroc, Caixa Galicia tiene una deuda cercana a los 100 millones.

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