La nueva perla del balonmano
El debutante Gurbindo se afianza en el lateral de España con 21 años
En la pasada primavera, Zupo Equisoaín, ex entrenador del Portland, llamó a Valero Rivera. "Fíjate en este chico, será un fenómeno", le dijo. Y el seleccionador español lo anotó en su agenda. Eduardo Gurbindo (Pamplona, 21 años) se llevó un sorpresón cuando fue llamado para jugar contra Chipre en partido clasificatorio para el Europeo el pasado junio. "No creí que volvieran a llamarme", confiesa ahora, en medio del torneo de Austria -España juega hoy el primer partido de la segunda fase contra Polonia (18.30, Teledeporte)-. En el Europeo ha sido titular en el lateral derecho en los tres partidos. Es el benjamín (un mes más joven que Ugalde), pero la responsabilidad no le pesa. "En la pista nunca me echo atrás", asegura.
Eso le valió jugar 50 minutos en el primer partido, otros 24 en el segundo y 22 en el tercero ante Francia. Para Valero, se ha convertido en un fijo. "Pero todavía le falta", asegura el seleccionador; "es un lateral con la mentalidad de un central. Ve muy bien el juego. Y lo único que le falta es tiempo y ganar kilos. En tres años será muy importante para este equipo y para el balonmano".
En el último año, Gurbindo ha ganado alrededor de siete kilos, básicamente en masa muscular. Pero su desarrollo fisiológico aún no ha concluido: mide 1,94m y pesa 88 kilos. "Es de maduración tardía", comenta Equisoaín, el hombre que le ha seguido desde sus primeros pasos. "Le vi jugar en los juveniles del Loyola [cantera del Portland] y decidí que subiera a entrenarse con el primer equipo. Era delgado como un palillo, le faltaba consistencia para poder jugar de lateral y le metí en el extremo, aunque sabía que aquella no era su posición. Pero estaba claro que en el primer equipo no tenía entrada, y entonces decidimos comprar una licencia para tener un equipo en Primera División y foguear allí a un grupo de ocho juveniles que apuntaban muy alto. Todo aquello se creó para Gurbindo".
La historia funcionó, pero al año siguiente el mismo técnico aconsejó al jugador que se fuera cedido al Torrevieja para que se formara con el técnico Manolo Laguna. "Llegó tierno, pero con la cabeza muy bien puesta", comenta Laguna, "y ha subido de forma espectacular, tiene mucha confianza en sí mismo y un gran recorrido por delante".
Este año, Gurbindo llegó al Valladolid, tras esperar una oferta del Portland que nunca llegó. "Laguna me abrió la puerta, me lo ha dado casi todo. Y ahora, con Pastor, es un cambio de sistema radical, pero se aprende mucho con él", comenta Gurbindo. ¿Y con Rivera? "Valero te da libertad en la resolución de las jugadas y te obliga a dar lo mejor de ti mismo. Ser el más joven no me condiciona para nada. Seguiré en mi línea de entrega y trabajo. Y espero que lleguemos a las semifinales".
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