"Aquí es un problema que nos han impuesto"

"Nunca hubo ninguna queja por parte de nadie, es un problema que nos han impuesto", comenta Alfonso García Suárez, director del instituto Santa Irene, el más señero de Vigo. Aquí impartió Literatura Española durante 42 años, hasta que se jubiló el curso pasado, Xosé Luís Méndez Ferrín, el más sólido escritor gallego contemporáneo y virtual presidente de la Real Academia Galega, y aquí estudió el bachillerato Jesús Vázquez, el conselleiro de Educación. "Cada profesor da clase en la lengua que quiere, nadie se paró a controlarlo y la convivencia fue siempre plena, sin el menor roce", añade Alfonso García.

Sólo el 26% de los padres de los 900 matriculados entregó en su momento la encuesta sobre la lengua. Ayer los pasillos y aulas estaban desiertos. Más de la mitad de los 67 profesores anunciaron que secundarían la huelga y otros se sumaron sin avisar. A primera hora aparecieron alumnos de dos cursos, que se esfumaron a la hora siguiente. "Me llama la atención que tantos padres no mandaran venir hoy a sus hijos", dice el director.

"Cada profesor da la clase en la lengua que quiere, nadie lo controla"

"La gente está muy enfadada porque Feijóo no cumplió", dice Gloria Lago

Enfrente, en el instituto Santo Tomé, la mitad de los 80 profesores secundó la huelga; el 90% de los alumnos, ni se asomó: el mismo paisaje silente por los pasillos. Este centro es más conflictivo en la cuestión lingüística. Aquí da clase Gloria Lago, la presidenta de Galicia Bilingüe, que aparece en el vestíbulo desierto y anticipa que "se mezclan muchas cosas en la decision de hacer huelga. Hay muchos profesores que no admiten esa imposición del inglés".

"La gentes está muy enfadada con Feijóo porque no ha cumplido lo que prometió", añade Lago. "No hay libertad para los padres y la administración [del centro] tampoco es bilingüe: si quieres algo en castellano, tienes que pedirlo expresamente". Desde que la actual Xunta inició su política lingüística, se ha producido una "oleada de nuevos socios" en Galicia Bilingüe, según su presidenta.