Del Potro doma al dolor
El argentino gana a Blake en cinco sets y 4h 17m con la muñeca y el antebrazo derecho inflamados - Nadal abusa con un triple 6-2 de Lacko - Henin vence a Dementieva
Wear and tear. Tres palabras resumen para los tenistas anglosajones el calor extremo de Australia, la erosión de la pista dura y la cicuta del cemento que envenena su cuerpo y sacude su alma. Wear and tear. Vestir y romper. Desgastar vendajes y zapatillas. Consumir cabeza, corazón y calma. Sufrir, en definitiva, como sufre Juan Martín del Potro. A la cita llega Delpo sin casi entrenarse y con los tendones del brazo derecho inflamados. Dos vendajes recorren su muñeca y su antebrazo; una mueca sufriente, su cara, y del dolor en las piernas que convoca al masajista cuando ya es de noche queda su voz cavernosa, que brama: victoria en 4h 17m contra James Blake por 6-4, 6-7 (3), 5-7, 6-3 y 10-8.
"He mandado. He hecho un partido serio", resume el español
"Espero estar listo para la próxima lucha", avisa luego Delpo, el número cinco mundial, ya tranquilizado por teléfono su amigo el futbolista Martín Palermo, ya un paso más cerca el objetivo de ser el primer tenista que consigue ganar el siguiente grande que disputa tras el que ha inaugurado su palmarés (Abierto de Estados Unidos 2009). "Quizás lo justo habría sido un empate", cierra.
Esto es el Abierto de Australia. De este material se hacen las leyendas de los torneos grandes. Ahí está Del Potro enseñando los dientes. Ahí está Nicolás Almagro jugando hoy contra el alemán Benjamin Becker con la mano izquierda rota y "hecha un cromo". Ahí están Serena Williams con su muslo amarrado con cintas blancas; Jo-Wilfried Tsonga, cuidándose la muñeca; Jarkko Nieminen, con el pie izquierdo vendado y la rodilla derecha desconchada; John Isner, con un hombro abotargado; Marcel Granollers, esperando al colombiano Falla con las piernas bien cargadas, y los españoles que ayer remaron bajo el sol lacerante mientras se cocían lentamente: Rafael Nadal venció por un triple 6-2 al eslovaco Lacko y Feliciano López ganó a Shuettler por 6-3, 2-6, 6-3 y 6-2.
El número dos sabrá pronto dónde está y quién puede ser en Melbourne: el viernes se enfrentará a Phillip Kohlschreiber, el número 26, un jugador eléctrico, combativo y talentoso. Antes, sin embargo, vivió el trámite de Lacko, al que gobernó sin misericordia. "He mandado. He hecho un partido serio", resumió.
No hubo gritos en su partido. No hubo fisioterapeutas. Faltó la intensidad, dramáticos intercambios, con la que Justine Henin, de vuelta a las pistas tras más de dos años retirada, eliminó (7-5 y 7-6) a la rusa Elena Dementieva, la número cinco. "Fue una noche especial, emocionante, intensa..., el tipo de noche por la que volví a jugar", dijo la belga; "fue una gran pelea". Igual que la de Del Potro y Blake, que ganaba por 2-1 y tenía punto de break a favor cuando el argentino le sorprendió con un ace de segundo saque a 200 kilómetros por hora. "Para quitarse el sombrero", reconoció el estadounidense. Para no perderse nada. Ya se juega a sangre y fuego.
Segunda ronda: Hombres: A Murray (RU)-M. Gicquel (Fra.): 6-1, 6-4 y 6-3. A Roddick (EE UU) -T. Bellucci (Bra.): 6-3, 6-4 y 6-4. M Cilic (Cro.)-B. Tomic (Aus.): 6-7 (6), 6-3, 4-6, 6-2 y 6-4. Mujeres: J. Jankovic (Ser.)-K. O'Brien (RU): 6-2 y 6-2. D. Safina (Rus.)-B. Zahlavova (R. Che.): 6-3 y 6-4. Y. Wickmayer (Bél.)-F. Pennetta (Ita.): 7-6(2) y 6-1. Zheng Jie (Chin.)-M. J. Martínez: 2-6, 6-2 y 6-3. K. Clijsters (Bél.)-T. Tanasugarn (Tai.): 6-3 y 6-3. S. Kuznetsova (Rus.)-A. Pavlyuchenkova (Rus.): 6-2 y 6-2.
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