Cuatro candidatos, 4 monólogos

Digamos de entrada que hubo poco debate (en el sentido que recoge el diccionario: controversia, contienda, lucha). Y también que los cuatro candidatos a rector de la Universitat de València defienden una institución de calidad en la docencia y excelencia en la investigación, eficiente en la gestión de los recursos públicos y preocupada por el retorno de esa inversión en forma de transmisión de conocimientos al tejido económico y a la sociedad en general. Una universidad que potencie la lengua y la personalidad propia de los valencianos y que apueste por las políticas de igualdad de género.

En eso, y en el uso inicial del valenciano, coincidieron ayer Vicent Soler (catedrático de Economía), Antoni Furió (Historia), María Antonia García Benau (Economía) y Esteban Morcillo (Medicina), en el primer cara a cara de una carrera que terminará el 2 de marzo.

El acto, organizado por la asamblea interestamental en la que han participado referentes de la Universitat, como los ex rectores Ramon Lapiedra y Pedro Ruiz, logró un éxito incontestable: algo más de 400 personas (contados por el moderador, Alfons Cervera) llenaron el salón de actos de la facultad de Filología desde las seis de la tarde hasta bien entradas las ocho.

La base de consenso fue amplia, la actitud respetuosa y el grado de discusión, bajo. A Morcillo, como candidato del actual equipo rectoral, y a pesar de su apuesta por la renovación, le tocó defender el trabajo realizado y a sus tres rivales convencer sobre la necesidad del cambio.

Dicho lo anterior, cada candidato planteó propuestas particulares. Entre ellas: Cambiar la política de profesorado (hay 800 docentes asociados, con contratos de baja calidad) y ofrecer semestres sabáticos a quienes acrediten docencia e investigación de calidad; unos periodos que dedicarían a formarse e investigar y que finalizarían con una evaluación (Furió). Atención a la confortabilidad laboral e introducción de estímulos propios allí donde los externos no existen o son muy pequeños, como la docencia (Soler). Introducción de mecanismos de democracia directa, por ejemplo, la participación de la comunidad universitaria en la elaboración de los presupuestos (García Benau). Mejora de la imagen corporativa de la universidad y apertura de nuevos frentes imaginativos de financiación (Morcillo).