"Un sistema lento no es neutral"

Más allá de los beneficios que la modernización de la Justicia tendrá para el propio sistema judicial, Caamaño considera que también puede contribuir a la recuperación de la economía.

Pregunta. ¿Cuál considera que es el principal debe de la Justicia en la actualidad?

Respuesta. La saturación que soporta. Un sistema que tarda en decidir un asunto es independiente y objetivo en la resolución, no tengo la más mínima duda. Pero la lentitud en el tiempo, las dificultades de gestión, la espera de la ejecución de una sentencia... Toda esa demora hace que no sea neutral.

P. ¿En qué sentido?

R. Si alguien tiene que esperar para la satisfacción de una cantidad determinada de dinero no sé cuántos años, igual resulta que no le compensa el esfuerzo de haber recurrido a los tribunales y ve perjudicado innecesariamente su derecho. Esto es fundamental, incluso, desde el punto de vista de la anhelada recuperación económica.

P. ¿En virtud de qué relación?

R. La competitividad de un país se mide también por la confianza que confiere su sistema de Justicia al tráfico jurídico, a las inversiones mercantiles, a los negocios entre las personas... Y no sólo eso. En la actualidad, y pese a los incentivos para la reactivación del comercio como estrategia de lucha contra la recesión, tenemos mucho dinero que no está circulando porque está paralizado en los tribunales.

P. ¿Tanto como para influir en las relaciones comerciales?

R. En una sola sección de la Sala Tercera del Tribunal Supremo hay en estos momentos, en valor de asuntos, cerca de dos billones de las antiguas pesetas (12.000 millones de euros) que están ahí, esperando a que se tome una decisión con ellas. Invertir en Justicia es hacerlo también en una forma de salir de la crisis.