Todos sus muebles
Respecto al contenido de la vivienda de Mercedes Rodríguez Mouriz, cuya existencia fue negada por la Funga y corroborada en la sentencia, la defensa aportó varios documentos sobre la valoración de los enseres para probar que la vivienda resultó expoliada.
En uno de ellos, Belén Gómez, asistente social de la Xunta, valora como "un importante patrimonio" los muebles y otros objetos que se encontraron cuando la anciana fue desahuciada e ingresada en un geriátrico. El mobiliario lo había heredado de su padre, un reconocido ebanista de la ciudad.
En otro informe posterior, la entonces directora de la Funga, Eugenia Torres, señala que "la vivienda se preparó y se llevaron los bienes muebles", aunque no se ha vuelto a saber de su paradero.
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