"Me cuido más y ya no tomo postre"

El italiano Roberto Mancini, técnico del Manchester City, invita a sus jugadores a que tomen pizza y, ¿por qué no?, una copita de vino. Otros menos hedonistas, como Rafa Benítez, les invitan a todo lo contrario. Y Marcos Senna, para conservarse afilado a los 33 años (Río de Janeiro, Brasil; 1976), ha renunciado a su manjar preferido: el postre. Con el Mundial de Suráfrica en el horizonte, el centrocampista del Villarreal, que hoy visita al Valencia, es un ejemplo de la inestabilidad actual de su equipo, exuberante ante el Barcelona, gris en gran parte de la primera vuelta.

Pregunta. ¿Cómo lo explica?

Respuesta. Teníamos dos partidos para tocar el cielo y hemos caído al infierno. El míster [Ernesto Valverde] nos dijo que tenemos que aprender a afrontar los de casa, ante rivales que vienen a defenderse y buscar algún contragolpe. En Mestalla será distinto, un duelo abierto. Vamos a encontrar más fluidez, ya que el Valencia juega muy bien, pero nos dejará jugar más que otros. Podemos ganar y pensar que todo está bien, pero luego vendrán el Zaragoza y Osasuna y nos complicarán.

"Entendemos bien lo que nos pide Valverde, pero nos cuesta muchísimo"

"Busquets tiene mucha técnica. El futuro de la selección es muy bueno con él"

P. Sin Marcano, sancionado, y con los problemas físicos de Gonzalo Rodríguez, que vuelve tras superar una lesión, ¿teme que Villa les haga un roto?

R. Si Villa está bien, no hay defensa que lo pare.

P. ¿Por qué cometen errores tan gruesos en la defensa?

R. Tenemos la costumbre de salir desde atrás jugando la pelota. Los rivales lo saben y nos aprietan. A veces no sabemos si ir o esperar. Supongo que nos irá saliendo bien poco a poco.

P. ¿Han perdido identidad respecto al curso pasado?

R. Entonces ganamos algún partido sin jugar bien. Ahora, si no jugamos muy bien, no ganamos. Influye también que el mister ha llegado este año y estamos asimilando lo que quiere que hagamos, como apretar al contrario. Hemos mejorado muchísimo en la forma de empezar los partidos: entramos más enchufados.

P. ¿Qué les pide Ernesto Valverde? ¿Más velocidad, más presión, más verticalidad?

R. Le gusta jugar bien, tanto como a [Manuel] Pellegrini. Pero lo que le gusta también a Valverde es que estemos siempre presionando. Con Pellegrini era distinto. Es un gran entrenador y lo que hizo aquí fue muy grande. Pero Valverde también lo es. Entendemos muy bien lo que nos pide, pero aún nos cuesta. Cuando sale, sale muy bien, como ante el Atlético o el Barça. Pero este año nos va a costar muchísimo.

P. ¿Tanto les ha marcado el cambio de entrenador?

R. Puede. Pero tenemos una muy buena plantilla. En teoría, la mejor desde que estoy aquí.

P. Claro que, si quieren ir al Mundial, los internacionales [Diego López, Cazorla, Capdevila, Rossi, Nilmar y Senna] tendrán que ponerse las pilas...

R. Cierto. No soy tonto. Les he dicho a Rossi y Nilmar que, si no lo hacemos bien, no iremos al Mundial.

P. ¿Le está castigando la edad con lesiones musculares?

R. No. Fue más precipitación por mi parte. Quería jugar y habría tenido que esperar una semana. Volví a recaer.

P. ¿Es la irrupción de Busquets una amenaza para su titularidad en la selección española?

R. No lo veo como una amenaza. La forma de jugar del Barça es parecida a la de la selección. Por eso a Busquets le resulta sencillo. Hace lo que debe hacer un mediocentro: tocar muy bien y dar una buena salida al balón. Tiene mucha técnica. Si tuviese gol, ya sería demasiado. Por lo menos, yo tengo mejor disparo. El futuro de la selección es muy bueno con él. Y no me olvido de mi compañero Bruno, que tiene una calidad impresionante.

P. ¿Le ha llamado Vicente del Bosque para planificar el curso?

R. Es Hierro quien nos llama y nos pregunta. Ahora me encuentro bien físicamente, pero nos falta regularidad.

P. ¿Le queda mucho tiempo en el fútbol?

R. Yo me cuido. Ahora más que nunca. Con la edad es más complicado recuperarse de las lesiones y bajar grasas. Si antes comía postre, que me encanta, ahora ya no. El alcohol no me gusta. Si ganamos el Mundial, igual me tomo una copa. No me gustaría tampoco extenderme mucho por las concentraciones y los viajes. Uno quiere estar con la familia. Me planteo jugar tres años más a buen nivel.